Estábamos en casa, yo seguía bajo los efectos del alcohol y el al parecer también.Su estado de ánimo cambió cuando ocurrió eso en aquel bar, estábamos confundidos, no sabía el por qué Andrea se empeñaba tanto en buscarme y sacarme de aquí, ella no me conocía.
Al llegar a la habitación, el se tiró a la cama con los brazos extensión mirando al techo.
– ven – murmuró dando palmadas a la cama.
Me acerqué tambaleándome y me senté antes de caer.
– ¿Por qué me besaste? – preguntó.
– tu también lo hiciste anteriormente – respondí.
– pero en ti es raro ¿No crees? –
– después de tantas copas creo que no soy Alissa – dije y reí.
–creo que te daré todos los días unas copas –
– oye noo – reímos a la vez.
El tiro de mi brazo y apoyé mi cabeza en su pecho.
Esto era demasiado extraño, antes era como un mueble para el, un mueble al que debía de vigilar y ahora siento que la confianza y en contacto entre nosotras avanzó.
– espero que te haya gustado el día de hoy – susurró.
– si...gracias, lo necesitaba –
Empezó a acariciar mi cabello y me relajó bastante.
– ¿Cuando se me quitarán estos efectos ? – pregunté riendo.
Tenía que decir algo, estaba nerviosa por el momento y el silencio.
– pronto –
Seguía acariciando mi pelo mientras teníamos la mirada perdida en algún punto de la habitación.
– mírame – dijo.
Levanté un poco la cabeza de su pecho y lo miré algo nerviosa.
– no puedo resistirlo – dicho eso agarró con delicadeza mi cara y me besó.
Mi mente voló, sentía mi corazón acelerado y es que realmente me gustaba esto. De un momento a otro sentía en mi estómago nervios...ahora entiendo lo que significa mariposas en el estómago, todas las chicas de mi edad lo decían y yo sin entenderlo.
– no sé qué me pasa – susurró a milímetros de mis labios.
– ¿Que te pasa? –
– esto, nunca imaginé que haría esto contigo, yo te miraba con otros ojos –
– ¿Crees que estás haciendo mal? – sonó preocupante.
El no respondió, yo ya sabía lo que pensaba, que era una niña, una niña sin vida que solo sirvo para cinco minutos. Y para rematar yo, que no soy como cualquier chica, estoy a años luz de ser como son las de mi edad.
Quise levantarme pero el lo negó.
– no estoy haciendo mal porque es lo que más me apetece hacer en estos momentos, estoy cómodo contigo, pero...el roce hace el cariño y creo que no estamos para esos momentos, algún día te tendrás que ir y no podré hacer nada –
Lo miré, quise llorar por eso de que me tendré que ir en algún momento, era difícil de imaginar ya que estoy acostumbrada y muy cómoda aquí.
– entiendo...no es la primera vez que alguien no pueda hacer nada por mi – respondí
– no es fácil –
No quise contestar más, ya no me sentía mareada, este tema de conversación hizo que esté sin mareos.
ŞİMDİ OKUDUĞUN
MI GUARDIÁN
Genç KurguCreí que el era mi padre hasta que descubrimos la verdad, se transformaron en malas personas conmigo...incluso mi madre; no entendía ese mal trato hacia mi. Mi padre o el que creí que era, contrato a ese chico que presenciaba todo lo que me pasaba...