Besos sorpresivos

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-Nada hija, nada-respondió con un semblante pensativo que extraño a la rubia-

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Tú no me conoces.

No, Joe se equivocaba. Quizás no lo conocía demasiado pero lo suficiente como para saber que algo le ocultaba. Y era precisamente ese 'algo' lo que le impedía a Mercedes sacarse al chico de su cabeza.

Desde que lo encontró tan vulnerable, sentado sobre una mesa de una de las aulas y con los ojos tan hinchados de tanto llorar, un sentimiento de protección se había apoderado de ella y por mucho que intentase evitarlo, Joe ocupaba su mente la mayor parte del tiempo. Quería ayudarlo pero además necesitaba saber que había querido decir con su extraña despedida ese día en el aula.

No te fíes de todos los que están a tu alrededor

¿Qué había querido decir con eso? Y si era lo que ella pensaba... ¿A quién o quiénes se refería? Un aura de misterio y numerosas preguntas rodeaba a Joe y ella estaba decidida a descubrirlo.

-¿En qué piensas hija?-preguntó su madre sentada frente a ella-

-En nada importante- evadió cortando otro trozo de carne- Esto está delicioso mamá.

-Gracias-contestó la mujer satisfecha- Queda más en la sartén si quieres.

Mercedes asintió y siguió comiendo. Pero una mirada cómplice por parte de su padre la obligó a alzar la mirada. Sin embargo, no fue hasta que su madre se disculpó para atender una llamada cuando su callado padre se decidió a hablar.

-¿Cómo se llama?-preguntó de repente-

-¿Quién?-contestó Mercedes desconcertada-

-El-dijo el hombre con una ligera sonrisa- A mi no me engañas, tú estás pensando en un chico.

-¡Oh no! ¡No! Nada que ver- se apresuró a desmentir la chica- Tan solo pensaba en tonterías.

Su padre gruñó disconforme y ella tan solo pudo bajar la mirada abochornada. Salvo aquella ocasión en la que Rory se había presentado en su casa de improviso anunciándose a sus padres como su novio, Mercedes no solía hablar de sus relaciones amorosas con sus padres. Tenía confianza con sus padres, pero desde luego no la suficiente como para hablar con ellos de esos temas.

-Ahora que hemos tocado el tema... dime hija ¿Tienes novio?-preguntó el señor Jones con naturalidad mientras se echaba un trozo de patata a la boca

-Eh... no, ahora mismo no-contestó la chica en un murmullo apenas audible-

-Pero alguien te gustará ¿no?-insistió el señor Jones-

Mercedes alzó la mirada pensativa. La verdad es que esa si que era una pregunta interesante.

En un principio pensó en contestar que si, en admitir que había un chico que le gustaba pero que no correspondía a sus sentimientos. Sin embargo, no estaba seguro de que esa respuesta hubiese sido la correcta. Hacía tiempo que no pensaba en Artie con la misma frecuencia que antes, exactamente desde que Joe y sus misterios se habían cruzado en su camino. Ni siquiera le dolía que el chico saliera con Sugar. Por primera vez la veía solo y únicamente como un amigo. ¿Es que acaso lo había olvidado sin darse cuenta?

/////

No solía tomar un baño, ella prefería la ducha, pero ese día lo necesitaba. Puso el tapón y abrió el grifo del agua caliente. Mientras la bañera se llenaba Brittany se fue desvistiendo lentamente.

Se sentía pesada, sobre todo teniendo en cuenta la opresión que sentía desde esa misma mañana en el pecho, y aunque un baño no acabaría con sus preocupaciones al menos conseguiría relajarla.

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