Confesiones e Indirectas

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Como saben Glee no me pertenece (si asi lo fuera la temporada quinta y sexta hubieran sido muy diferentes)... Dejen sus comentarios

15. Confesiones e Indirectas.

No pudo evitar apartar la vista de su novio cuando Finn volvió a dedicarle una sonrisa a un grupo de chicas que lo miraban con cierto deseo desde una de las mesas de la cafetería. Llevaban más de media hora en el establecimiento y el joven Hudson aún no le había dedicado ni una mirada. Tomó un último sorbo de su café, y se levantó de la silla haciendo mucho ruido.

-¿Vienes ó prefieres seguir coqueteando con esas imbéciles?-preguntó Quinn, muy molesta-

La sonrisa del chico desapareció de su rostro rápidamente. Se despidió con la mano del grupo de chicas, que no había dejado de mirarlo desde que había entrado al local, y siguió a Quinn.

-Que sea la última vez que me das un plante de ese modo-dijo Finn una vez fuera del establecimiento- Puedes ser mi novia y lo que quieras, ¡Pero nadie me hace eso a mi!

-¿Novia? ¿Seguro que eso soy para ti?-preguntó de nuevo Quinn, arrastrando las palabras- Mira, creo que deberíamos dejarlo.

Finn la miró horrorizado, ¿Acaso quería romper con el? No, no podía permitirlo. Además, siempre había sido él quien decidía cuando acababan las cosas y eso no iba a cambiar.

-Quinn, tranquilízate-dijo Finn como respuesta- Se que estás nerviosa y no sabes lo que dices. Lo mejor...

-Sabes perfectamente que esto no está funcionando -cortó Quinn, pasando una de sus manos por su cabello- Ya casi no salimos solos y cuando lo hacemos solo es para discutir. Es mejor que cortemos.

-No digas eso-dijo Hudson rodeando la cintura de Quinn con sus brazos- Tan solo hemos tenido una mala racha. Nada más.

Finn sonrió y besó a Quinn en los labios. La chica agarró al joven por el cuello acercándose mas a el, dejando que el profundizara el beso y se hiciese cargo de la situación.

"Claro que romperemos Quinn, pero aún no" pensó el chico, sonriendo para sus adentros "Aún no"

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Había pasado prácticamente una semana desde esa conversación y las cosas habían mejorado un poco. En parte se sentía culpable de que su relación no marchara bien ya que, sin quererlo, Rachel ocupaba su mente la mayor parte del tiempo. Se sentía responsable de la morena, debía protegerla pero, aunque le costase reconocerlo, había algo más que simple complejo de amiga sobreprotectora.

Hacía exactamente tres días que había empezado el tan esperado maratón entre cuatro de los institutos más reconocidos de la ciudad. Durante esa semana realizarán una serie de pruebas y, el instituto que más puntos consiguiera, ganaría un diploma como muestra.

Terminó de atarse los deportivos y se acercó a sus dos amigas que comentaban algo entre carcajadas por parte de Santana.

-¿Qué pasa?-preguntó Quinn con una sonrisa-

-Nada, que por fin Rory ha descubierto que conmigo no va ha conseguir darle celos a Mercedes y ahora no hay quien la separe de ella-respondió Santana entre risas- Tiene complejo de lapa.

-¿Qué has desayunado? ¿Una dosis de gracia?-masculló Mercedes, sin poder evitar sentir un escalofrío al acordarse de Rory- Aunque confieso que no sé que voy a hacer con él. ¡Es muy persistente!

-Pues espera a ver el numerito que te ha montado fuera-dijo Artie entrando al vestuario con una triste sonrisa en el rostro-

Las tres chicas miraron al chico sorprendidas. Desde lo ocurrido en el cumpleaños de Santana, Artie había estado evitando a Mercedes todo el tiempo. Con una excusa poco elaborada, Quinn y Santana desaparecieron dejando a la joven pareja solos, tenían mucho de qué hablar y poco tiempo por delante.

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