afraid of you (Fred Weasley)

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Todos seguían devastados y tristes ante la pérdida de Jane Monroe igual que la de Ian.

Fred se negaba a separarse del cuerpo de la chica. Lloraba y lloraba deseando que ella volviera.

Los demás intentaban decirle con el mayor tacto que Jane no iba a volver. No parecía posible que lo hiciera.

Hasta que el pelirrojo sintió como ella respiraba, cortamente pero lo hacía. Se separó drásticamente de ella para verla de nuevo.

No parecía un muerto, definitivamente ella estaba viva. Jane estaba viva.

De nuevo, volvió a acercarse a su pecho ara poder escuchar que sus latidos eran fuertes, lo que significaba que ella seguía con vida.
-Fred... no... puedo... respirar.- dijo de repente su voz, casi sin habla.

El pelirrojo al igual que los Weasley abrieron los ojos tanto que cuando Jane los abrió de verdad se sorprendió mucho.

Lo siguiente fue como Fred la envolvía en un abrazo y no la soltaba haciendo que ella sonriera como podía ya que le dolía todo el cuerpo.
-Eres una completa idiota y te odio por lo que me has hecho. Te odio.- le decía este llorando mientras ni siquiera la soltaba un poco.

-Y yo que pensé que me amabas...- bromeó ella intentando tranquilizar la situación.
-Había pensado que te perdía...- le dijo este sin separarse de ella.- Merlín Jane, te das cuenta que casi muero yo?

La chica iba a decir algo pero George la abrazó como si fuera su hermana pequeña.
-Tan preocupados os tenía?- preguntó ella como pudo.- Vaya...

-Como que "vaya?" Jane te juro que te llegaba a pasar algo y... no se realmente lo que haría.- le dijo Ginny ahora con una sonrisa llena de emoción.

-Creo que esto... deberías tenerlo.- le dijo de repente Arthur entregándole la varita de su padre y la suya con una pequeña sonrisa triste.

La chica las tomó y miró la de su padre. Lo extrañaba tanto... al igual que su madre.
-Jane?- le preguntó George.

Cuando la Slytherin alzo la vista, vio a la familia de pelirrojos, Hermione y Harry quienes estaban todos juntos. Entendió que todavía no estaba sola.

Lo entendió cuando sintió como la mano de Fred tomaba la suya.
-Se acabó, verdad?- preguntó después de un tiempo.
-Eso parece.- respondió el azabache.

Y cuidadosamente se levantó, ahora con dolor en su antigua herida y todo el cuerpo en sí. Estaba agotada.
-Bueno, no es por ser aguafiestas pero me muero de hambre.- bromeó ella ganándose una mirada molesta de Fred.

-En serio? Tienes que estar de broma.- dijo marchándose realmente dolido.

Jane suspiró cansada. Si, había bromeado con eso pero solo intentaba ser positiva... puede que se hubiera pasado un poco. Verdad?
-Mejor... voy con él...- dijo tratando de no sonreír.

Fred por otro lado se sentó en las escaleras principales, mirando como muchos alumnos llevaban el cuerpo de alumnos hacia el gran comedor.

Estaba enfadado? Si. Él podía bromear en las peores de las situaciones pero Jane se ha ai pasado.
-Déjame por favor.- le pidió a la chica quien estaba ahora delante de él.

Jane asintió.
-Mis padres están muertos. Yo casi muero.- empezó a decir mientras se sentaba al lado del chico.- Entiendo que... estés molesto por haber dicho algo así. Lo siento, pero solo quiero ser positiva ante todo esto. No se como afrontarlo.

En ese momento el pelirrojo la miró de reojo.
-Lo entiendo, pero no puedes hacerme esto.- dijo algo más calmado.- No puedes bromear... en esta situación.

-Lo siento, si? Que quieres que haga?- preguntó ella ahora también algo confundida.- Además... lo dice el que quería discutir en medio de una guerra...

El pelirrojo la miró completamente incrédulo.
-Estaba nervioso, si? Y fuiste tú quien decidió hacer explotar fuegos artificiales, has sido tú la que casi mueres más de... tres veces?- le dijo este excusándose.

Jane suspiró sin saber que decir. No tenía ganas de discutir en ese momento.
-Bueno, supongo que ya nos veremos.- mencionó mientras se levantaba para irse de allí.

-Ya nos veremos? Es en serio? Eh, no, no... no hemos terminado.- le dijo este ahora siguiéndola hasta fuera del castillo ahora destrozado.

Algunos los veían y se preguntaban qué hacían discutiendo, era algo divertido y extraño de ver.
-Fred, no quiero hablar más sobre el tema.- le decía ella.- Cuando no estés molesto hablamos.
-No! Por qué evitas esto?- preguntaba el otro.

Jane no se dio cuenta de que tenían a McGonagall delante de ellos. Dejó de hablar y miró con algo de vergüenza al pelirrojo quien estaba igual.
-Cuatro años, cuánto años desde que os conocisteis y aún estáis peleando?- preguntó la mujer.

Jane frunció el ceño mientras que Fred miraba  suelo. Acaso era una terapia de pareja?
-Lo sentimos Minne, digo profesora.- se corrigió el pelirrojo de inmediato.

-Por qué le pides perdón? Es a mi a la que deberías disculpar y pedir perdón.- le dijo Jane.
-Entiende que estoy sensible y que hayas hecho una broma de mal gusto...- empezó a decir este en susurro.

-Oh, como si tú no hicieras ninguna broma de mal gusto.- le interrumpió la chica rodando los ojos.
-Ah, y que broma de mal gusto he hecho yo?- preguntó este ahora mirando a la chica.

Jane levantó sus cejas al igual que McGonagall. En serio estaba preguntando eso?
-Bueno... tú tampoco te salvas.- se intentó excusar este viendo que si Jane empezara a contar las bromas pesadas que habían realizado George y él no terminaría en mucho tiempo. La profesora suspiró de cansancio. Eran tal para cual...

-Entonces cual es el problema?- preguntó ahora Jane.- Por qué estamos discutiendo? Tu haces bromas de mal gusto al igual que yo, hay algo más que explicar?

Fred frunció el ceño y miró a McGonaggal quien intentaba seguirles el ritmo a la pareja. Iba a decir algo pero prefirió dejarlo.
-Un gusto verlos.- dijo finalmente para irse y volver a dejarlos solos.

-Supongo que se acabó.- dijo ella después de un tiempo.
-Estas terminando conmigo?- preguntó el pelirrojo haciendo que ella abriera los ojos.

-No! Digo que no me gustaría... dejarte.- dijo ella tratando de sonar casual.

Fred sonrió, ahora olvidándose de todo el dolor sufrido. Le tomó de la mano y la acercó hacia él.
-A mi tampoco me gustaría dejarte conejito.- le dijo antes de finalmente unir sus labios en un tierno beso.

George quien miraba a la pareja junto a Angelina se miraron entre sí pensando lo raros que eran.
-Al fin.- soltó la morena, provocando una carcajada de su novio.- Vamos, no niegues que estabas esperando ese beso.

George pasó su brazo por los hombros de esta y le dio un beso en la mejilla.
-Todos lo esperábamos...