afraid of you (Fred Weasley)

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-No está! Ella no está! Quiero verla! Por favor!

Jane se había pasado toda la noche llorando. Fred claramente la había acompañado en todo momento ya que su padre estaba demasiado devastado en ese momento.

-Jane...- le preguntó este, te sigue doliendo?- le preguntó refiriéndose a su brazo. La chica quien parecía no reaccionar asintió a duras penas.

-No es comparado con el dolor que siento.- mencionó ella finalmente sentándose en la cama, dejando colgar los pies.- La extraño mucho.

-Lo sé, todos lo hacemos.- le dijo este acercándose a la chica y abrazándola con todo el cariño del mundo, envolviéndola con sus brazos, mostrándole que iba a estar junto a ella pasase lo que pasase.

-Gracias por todo.- le dijo ella finalmente pensando si decir esas palabras que tanto tiempo había sentido. Sin duda alguna su madre le habría dicho que se arriesgara, que la vida es una.- Fred...
-Si?- preguntó este con voz dormida.

-Creo que te amo.- soltó sin más provocando que el pelirrojo empezara a sonrojarse y a emocionarse tanto que empezara a sudar.

Cuidadosamente, el chico la miró con ternura, una sonrisa que nadie más sacaría de él. Solo ella sabía como hacerlo realmente feliz. Y había dicho esas palabras, esas dos palabras con las que podría arrodillarse ante ella.

-Lo crees?- le preguntó, intentando animarla un poco. Como respuesta, Jane solo lo abrazó, llegando a cerrar sus ojos por segundos.- Yo también te amo, lo sabías?

Fred vio como lentamente la chica mostraba la sonrisa que le gustaba tanto de ella. Era más bien triste pero se conformaba.

-Prométeme que a partir de ahora tendrás cuidado.- le dijo ella.
-Nada, ni nadie podrá separarnos, entendido?- le preguntó este haciendo que ella ladeara la cabeza, ahora con una pequeña sonrisa triste.

-Nada?- preguntó intentando sonar fuerte, intentando no llorar, sin embargo las lagrimas la traicionaban. El pelirrojo paso con delicadeza su mano, secando sus lagrimas y se acercó hasta darle un beso en la punta de su nariz, la cual estaba roja.

-Nada.- repitió este, haciendo que Jane se sintiera segura a su lado.- Supongo que querrás quedarte aquí, estoy seguro de que Bill y Fleur lo entenderán.

-Qué? No puedo fallarle a mi mejor amiga... debo ir.- dijo ella ahora intentando levantarse.- Mi... madre tenía un vestido para mi.

Cuando la pareja bajó a desayunar, ya se encontraban George, Ginny y Harry preparados para la fiesta. Los dos últimos algo sonrojados.

-Bien, veo que os habéis animado...- dijo Billa apareciendo.- Siento mucho todo Jane.- se disculpó a lo que ella negó.
-No tienes que disculparte, además... hoy es tu día especial.- le dijo ella tratando de no llorar.

Si, definitivamente era un día especial para la pareja pero no para la chica quien se encontraba sentada en una de las mesas del final, viendo como todos se divertían.

-Que haces tan sola?- le preguntó alguien sentándose a su lado algo derrotado.
-Que haces tan solo?- le preguntó ella ahora mirando a Ron quien empezó a comer los aperitivos de la mesa.

Ambos se miraron y sonrieron algo tristes.
-No estoy de humor para bailar.- dijo ella de repente.
-No estoy de humor para ver a Hermione bailar con Krum.- dijo este cruzándose de brazos.

-Pensaba que ya erais novios.- mencionó ella ahora pasando su mirada a la castaña quien sin duda se encontraba preciosa, bailando con el famoso Viktor.

-Ya... no somos como tú y Fred...- empezó a decir a lo que Jane sonrió.- Digo, que no se si ella siente lo que yo siento... tú y Fred sois la pareja perfecta, en cambio yo solo soy Ron, y mírala, ella es... es la grandiosa Hermione Granger, es demasiado para mi, y para todos, pero que digo, ella se merece a alguien como Krum.- terminó por decir mirando al suelo.

Ron acababa de confesarle que le gustaba Hermione? Eso sin duda era nuevo... le pareció tierno y gracioso al mismo tiempo.
-Ron... lo único que puedo decirte es que le digas lo que sientes. Se nota que te importa mucho.- le dijo ella finalmente.

-Así es Ronnie, créeme que es más fácil cuando expresas tu sentimientos.- dijo Fred sentándose al lado de la chica con una copa en sus manos.

-Ah si?- preguntó este a lo que ambos asintieron.
-Corre y ve a por tu chica.- le dijo su hermano mayor con una sonrisa.

Una vez solos, el pelirrojo le extendió la mano a la chica quien levantó sus cejas.
-Me harías el honor de bailar conmigo?- le preguntó este con una pequeña sonrisa.
-Fred... sabes que no estoy para bailes, no hoy. Además me agobia que haya tanta gente.- intentó decir ella ahora algo cansada.

Fred no se rindió, se levantó se su silla y le volvió a extender su mano.
-Acompáñame.- le pidió este a lo que finalmente Jane acabó aceptando.

El pelirrojo la llevó fuera donde ya era de noche, había más silencio y tranquilidad.
-Por qué estamos aquí?- preguntó ella ahora mirando lo bonito que era el cielo estrellado.

-Has dicho que te agobia la gente... bailemos aquí.- dijo con una sonrisa a lo que ella también le mostró una sonrisa como pudo.

El pelirrojo la tomó de la cintura, acercándola a él y ella solo pasó sus manos por su cuello, como la primera vez en el gran comedor.

-Ahora es cuando te estrangulo.- dijo ella intentando bromear, consiguiendo sacar una sonrisa a Fred.

-Ahora mismo no hay nada que me gustaría más.- respondió este como la primera vez cunado McGonagall les pidió bailar frente a todos.

Jane recordó el baile y recordó que a su madre le encantaba bailar, sobre todo en navidad con su padre mientras ella jugaba con sus juguetes.

No pudo más. Era como un acumulo de demasiadas emociones a la vez que no podía controlarlas. Tanto que apoyó su cabeza en el pecho del pelirrojo rompiendo de nuevo en llanto.
-No puedo, no puedo dejarlo Fred, la extraño demasiado.- dijo ella como pudo.

El chico la abrazó de vuelta. A veces los gestos demostraban más que unas palabras. A lo mejor eso era lo que necesitaba Jane. Afecto, demostrarle que estaba ahí.

Pero la boda no podía ser perfecta. Un patronus llegó a la carpa anunciando la caída del ministerio al igual que la busqueda de Harry quién no dudó en escapar junto con Hermione y Ron, dejando cientos de mortifagos que no tardaron en destrozar los decorativos de la ceremonia.

Parecía que Voldemort no descansaría hasta encontrar a Harry Potter.