Capítulo diez: La varita

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El lunes por la mañana Zack se levantó solo y sin ayuda, era mucha la ilusión de ver otra vez a su rubio. Se ducha, se viste y se arregla. Su madre ya había regresado y desayunan los tres juntos, Zack le cuenta sobre su cita del sábado, ella lo felicita y le recuerda que tiene que ser un caballero. Zack habla tanto que no deja a su madre hablar sobre su retiro. Los gemelos se suben al auto y Zack deja que Alex conduzca, no por ser amable porque tiene intenciones ocultas.

—Recuerda recoger a Joey. —Le recuerda Zack quien ya desea ver a su chico.

—Tendremos que empezarle a cobrar a tus ligues. —dice un poco molesto Alex girando hacia el edificio del rubio. —No somos un Uber.

—Pues yo pensaba cobrarle con besos. —se encoje de hombros Zack— Si quieres le digo a Joey que te de unos también.

—No es necesario. —Insiste Alex retorciéndose con la imagen. 

Zack ríe y molesta a Alex hasta que llegan al edificio de Joey. Cuando Joey sale de su edificio, Zack sale del auto y comienza a abrazarlo. Luego de esa cálida bienvenida Zack le abre la puerta y Joey entra al auto, Zack entra después.

—Oh no, no se subieron ambos atrás para que sea su chofer. —Se queja Alex volteando a verlos y haciendo un pequeño puchero.

—Pero si fue tu idea cobrarle a Joey. —Le responde Zack recordándole la discusión de antes.

—¿Me vas a cobrar por el viaje? —Pregunta indignado Joey cruzándose de brazos.

—Pero te hare el descuento de chicos lindos. —dice Zack mientras finge hacer cálculos con su calculadora —El viaje total te saldré en cinco besos.

—Será mejor que comienza a pagar. —Responde Joey con una sonrisa traviesa.

Los chicos comienzan a besarse y Alex aumenta el volumen de la música para no escuchar. Esto era menos incómodo cuando era Megan porque Joey tiene menos pudor y parecía que estaba montando a Zack. Literalmente si Alex no prendía el aire acondicionado las ventanas comenzarían a empañarse por el calor que emanaban esos dos.

Cuando llegan a la escuela Alex se baja rápidamente y los chicos se quedan otro rato en el que se arreglan el uniforme y se encargan de sus tiendas de campaña.

—Tonto. —Le dice Joey cuando mira su cuello y lo golpea en el brazo.

—¿Por qué tanta violencia? —Pregunta Zack al mismo tiempo que se soba el brazo.

—Porque me hiciste un chupetón. —Le reclama Joey.

—Tú pediste el paquete completo. —se excusa Zack — Además ni se nota.

—Eres un tonto. —Repite Joey antes de bajarse.

Joey comienza a caminar hacia la entrada cuando siente como Zack lo toma de la mano. Este acto lo sorprende un poco, pero sobre todo le parece muy dulce porque significa que a Zack no le importa que los vean como pareja. 

Ellos entran juntos a la escuela y de inmediato comenzaron las miradas y los susurros. Se separan para que cada uno vaya a su casillero y se sientan juntos en matemática y en lengua, sus dos primeras clases. El castaño ni lo pensó cuando tomo la mano del humano, solo se dejó llevar por su corazón y se siente correcto, su mano y la del rubio encajan a la perfección. 


Para la hora del almuerzo ya todos hablaban de esos dos, todas sus amigas le contaron a Megan quien fingió indiferencia y Cam entendió porque Joey lo ignoró todo el fin de semana.

¿No te puedes juntar con humanos?(1)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu