Capítulo siete: El partido

484 81 74
                                    


El domingo Zack se levanta tarde, se pone ropa cómoda y juega videojuegos con su hermano, mientras comen cereal. Parecía que sería un clásico domingo hasta que en la noche llega su madre y decide que tendrán una noche de Juegos. Mientras juegan juegos de mesa y comen pizza, ella les pregunta.

—¿Alguna novedad hijos? —Pregunta su madre.

—Buenas noticias ahora soy bisexual. —Le informa Zack feliz a su madre.

—¡Que bien! —Dice su Madre mientras lo abraza.

El resto de la noche Zack le cuenta a su madre todo lo ocurrido en su vida últimamente, hace un tiempo que no tenían una conversación real.

—Luego fuimos al bosque y alguien nos interrumpió. —Dice Zack mirando enojado a Alex.

—Ay Alex siempre haciendo el mal tercio. —Lo regaña su madre.

—No es mi culpa, yo solo me preocupe. —Se excusa Alex.

Zack continúa hablando de Joey y de todas sus cualidades, de cómo le encanta su risa y de otros detalles tiernos que ha notado como en la forma en la que se muerde ligeramente el labio inferior cuando se concentra o la tierna forma en la que pronuncia "kétchup".

—Y ¿Cuándo voy a conocer a este chico? —Pregunta con curiosidad su madre.

—Esperemos que pronto. —Dice Zack mientras cruza los dedos.

Finalmente se cansan y los tres suben a dormir.


Es lunes y por primera vez en mucho tiempo Zack se levanta sin necesitar de su alarma ni de su hermano. Se ducha, saca su uniforme y antes de vestirse contempla su cuerpo en el espejo, según él está muy rico. Se pone su uniforme, luego va al baño y se arregla. Se toma unas cuantas fotos y sube un par a sus historias. Baja a la cocina y llega antes que su hermano.

—¡Buenos días, madre! —Saluda alegremente Zack porque está de muy buen humor.

—Buenos días. —Le responde su madre algo confundida por que se levantó temprano.

Zack habla con su madre mientras desayunan, ella le cuenta que el viernes se irá luego de su partido a un retiro de ayahuasca. Casa solo un fin de semana, que más se puede pedir, piensa contento Zack. Luego llega su hermano y también se une a la conversación.

Terminan de desayunar y los gemelos se despiden de su madre.

—Deséame suerte ma. —Le dice Zack al mismo tiempo que la abraza.

—Estoy segura de que te ira genial. —Le responde su madre.

Alex corre al auto, pero Zack no competirá por el volante hoy, así que deja que su hermano conduzca. Un par de cuadras antes de llegar a la casa de Megan, Alex se detiene y se voltea hacia su hermano.

—¿Cuándo terminaras con Megan? —Le pregunta Alex.

—Esta tarde, iremos a un lugar público en caso de que se ponga violenta. —Responde Zack.

—¿Le contaras sobre... Joey? —Pregunta Alex diciendo lo último con desagrado.

—Se enterará de todas formas. —Responde Zack mientras se encoje de hombros.

Alex le da una última mirada de desaprobación antes de encender el auto y conducir a casa de Megan. Ella sale de su casa, los saluda y se sube al asiento trasero. Los tres se dirigen en silencio a la escuela. Cuando llegan Zack sale corriendo a su casillero y ni siquiera se despide.

¿No te puedes juntar con humanos?(1)Where stories live. Discover now