❛ Podía permitir que su corazón se rompiera en cualquier momento; sus objetivos no. Al fin y al cabo, ¿cuánto podía doler que se quebrara un poco más algo que ya estaba destrozado? ❜
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Chloé Bellerose parece tener ojos única...
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TAKE ME HOME ━ CAPÍTULO XVI ❛ por ellas ❜
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6 DE MARZO, 1995
PURO FUEGO.
A George le ardía la sangre que recorría todas y cada una de las venas de su cuerpo. La mandíbula le dolía por la presión que estaba generando en sus dientes mientras su mirada se paseaba entre la mesa de Ravenclaw y la de Slytherin durante la cena; lo primero para asegurarse de que Chloé estaba bien, y lo segundo para ponerle cara a la persona que se había atrevido a ponerle una mano encima.
Hacía tan solo unos minutos que se había enterado de lo ocurrido en Hogsmeade y la razón por la que Chloé y los demás habían decidido marcharse antes de allí.
No la culpó. No era algo que debía compartir si no quería, y aún así lo hizo después de que los chicos pudiesen haber disfrutado de la excursión. Sin embargo, no podía dejar de pensar. ¿Cómo podía haber pensado que unos artículos para hacer bromas podían ser más importantes que ella? ¿Cómo podía haber pensado que no lo hubiese dejado todo de lado para poder apoyarla? ¿Cómo podía haber pensado que él estaría bien sabiendo que ella no lo estaba?
Le llenaba de rabia no haber podido hacer nada, pero agradeció que no hubiese tenido que pasar por todo aquello sola.
Chloé, Marie y Jérémy cenaban en silencio. La primera apenas comía algo, simplemente pinchaba su comida con el tenedor sin llevarse nada a la boca. George, quien tampoco había probado la cena, apretó sus puños por debajo de la mesa al verlo. Recordó como ella les había informado del suceso avergonzada, con una mal disimulada voz temblorosa; la conocía demasiado bien como para saber que intentaba hacerles creer que no estaba tan afectada, cuando la realidad era todo lo contrario.
George solo pudo abrazarla y pedirle perdón por no haber estado ahí para ella. Él había sido la razón por la que pudo salvarse la última vez, mientras que en esta había tenido la horrible idea de ir a una estúpida tienda. Ella no lo culpaba debido a que no había manera de haber sabido lo que ocurriría tras separarse, pero él solo podía pensar en que podría haberlo evitado de alguna forma. Especialmente al tomar sus manos entre las suyas y ver las rojas marcas de dedos alrededor de sus muñecas por la fuerza empleada sobre ella.
