︙❛ Un panda a domicilio ❜ ┇ ❝ Taoris ❞

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Final parte uno.

ZiTao miro al rededor en busca de una luz  que le diera claridad, sentía como una parte de él se apoderaba de sus sentidos y le cegaba, justo como aquella vez en el rio. Toco su brazo con temor. El primer hombre se lanzó sobre el.

En segundos ZiTao estaba tirado en el suelo, no siendo golpeado, sino asesinando a un hombre, aquel gordo hombre de grandes barbas fue asesinado por un ligero hombre mientras le tronaba el cuello con paciencia, un segundo hombre se lanzó sobre el, un tercero, un cuarto, todos.

ZiTao se sentía encerrado en la fuerza de los hombres sobrantes pero no era nada difícil de evitar, conociendo la peligrosa situación en la que estaba, pues aquellos podían ser seres creados y no completamente humanos, tocó puntos clave de los normales, golpeando con exactitud cada uno de ellos, dejando inmóviles a tres, dejando a dos hombres sonrientes al descubrirle.

—Oh, pero miren a quien tenemos aquí...—sonrió el mayor de los hombres, ZiTao bufo con cansancio. Aquel era Ren, el maldito hombre que había acabado con su padre en su vida pasada. Él era igual que el, mientras que el otro solo era un hombre muy fuerte debido a la magia. ZiTao se deshizo de él primero.

ZiTao se impuso ante ellos en un salto, cortándole el rostro al más gordo y fuerte, dejándolo entre quejas que facilitaron su muerte, pues cayó de rodillas y ZiTao aprovechó aquello para arrojar su craneo en las rocas, matándolo al acto. Todo bajo la atenta mirada del hombre que más asco le daba. ZiTao lo miro con el seño fruncido y la garganta a punto de explotar del asco.

—Parece que quieres arder de nuevo.—dijo en tono burlón. ZiTao arrugó su nariz y apretó sus dientes a la par de sus puños.—Lastima que ya no tienes padres para divertirme antes de ponerte en llamas.—se rio como si aquello fuera el mejor chiste. ZiTao sonrió.

—Lastima... —sonrió. El hombre se confundió ante aquel acto, así que solo espero un ataque que jamás llegó, pues ZiTao había perdido por completo el control sobre si mismo, ya no era su alma quien estaba ante el, era el Yin que YiXing le había metido en su cuerpo para evitar que se uniera con el Yang.—Lastima que tú sigues vivo, porque vas a volver a morir.—sonrió, aquel cuerpo vacío.

Ren tembló ante la idea de aquello, pues su objetivo era cuidar al linaje Zhang, cosa que lo hacía inmortal hasta cierto punto. La muerte no le gustaba para nada, pero el cuerpo de ZiTao estaba por darle el mal gusto. El Yin había tomado por completo el cuerpo y control de ZiTao, quien ahora luchaba en su interior por volver a salir de esa obscuridad que le cegaba.

Mientras su cuerpo luchaba a golpes cerrados contra Ren, quien poco a poco iba perdiendo ritmo, sangre, y vida.

Hasta que al final solo quedó su cuerpo inerte, y el Yin tragó su alma.

LuHan, quien miraba todo desde atrás, mientras cuidaba el cuerpo de YiFan, se asustó, él era consciente de lo que acababa de pasar, y según lo que había leído, el Yin era el único que podría hacer semejantes acciones, si LuHan era un cambia formas al igual que ZiTao, solo que el corrió con la suerte de ser mucho más longevo. Asustado de que también él pudiera atacarle, tomó el cuerpo de YiFan y comenzó a escabullirse sin ser visto de milagro. Temblaba por el miedo y el esfuerzo que aquello le estaba tomando. El pequeño de trece años estaba aterrado, y lo malo era que no sabía dónde estaba el Yang.

Con el corazón en la garganta, oraba porque este apareciera, pues según sabía, si él Yin y el Yang estaba muy lejos se perdería su esencia y eso causaría muchos problemas. LuHan intentaba despertar al mayor pero era inútil.