︙❛ Un panda a domicilio ❜ ┇ ❝ Taoris ❞

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Final parte dos.

El emperador Zhoumi rio, estaba tan feliz con aquella declaración tan inoportuna. JunMian gemía de dolor al sentir el brazo apretarle aun más fuerte su cuello. YiFan abrió sus ojos ante la declaración, además de que aquel nombre no debería haberle sido mencionado, mucho menos por alguien como el heredero de los Jin. Tomo su pecho, aún herido y sin muchas fuerzas se coloco a lado de ZiTao, quien aún estaba en el limbo; apretando su puño con dolor, nunca creyó que Zhang pudiera ser tan mierda, lo creyó capaz de todo, menos de algo tan vil como asesinar a YiXing, un alma tan pura que siempre velo por el, por su padre y por cada criatura viviente, un ser de luz. YiFan miro la mano donde el emperador mantenía el cuchillo, aquel sucio cuchillo.

—¿Qué miras? ¿El dulce recuerdo del pequeño hijo de puta que me encarge de traer al mundo? —dijo con una sonrisa que a YiFan y a JunMian les dio mucho asco, levanto el cuchillo hasta la altura de su boca y paso su lengua descaradamente en el, limpiando aquel instrumento. Apretó aun mas a JunMian contra el, mirandolo con desprecio.

—¡Eres un hijo de puta! —grito YiFan con desesperación, su voz gruesa se rompió, miro a Zhang con ira y ganas de matarlo ahí mismo, ZiTao le puso una mano en sus hombros,YiFan se dejo caer en el suelo, reteniendo sus lagrimas y apretando tanto como podia sus puños, dejando fluir por todo su cuerpo aquel dolor, se sentia tan mal, y no había podido hacer nada para evitarlo, y peor aun, lo ultimo que le dijo no fue nada de lo que YiXing se merecia. Zhang volvio a reir.

—Pero no te pongas asi, de todos modos tampoco tendrías oportunidad. —se burlo. JunMian estaba por caer desmayado cuando el agarre de detuvo y su cuerpo cayo de golpe al suelo. Zhang lo había empujado bruscamente al suelo mientras reia como demente. El heredero de los Jin se intentaba reincorporar a la vez que superaba el dolor de la caida, YiFan aun se mantenia arrodillado en el suelo, pensando en lo malo que su amigo lo debío de haber pasado.

—Desgraciado...— mascullo JunMian, siendo escuchado por todos en los alrededores.

—Valla... ¿unas palabras de tu amorcito y se te olvida que has mandado decapitar a miles por mi culpa? Usted es tan increible señor JunMian—decia con sarcasmo y fingida risa. Se inclino un poco dandole una mano al hombre, pero este la aparto de un golpe.

Zhang sonrio molesto, dejando caer una fuerte patada en las costillas de JunMian, quien ante el impacto, escupió sangre de inmediato, pues estaba herido previamente. YiFan levanto la vista aterrado, aun corriendo entre los pensamientos de aniquilar a la persona ante el y los de salvar a otra. Estaba temblando, sus dientes castañeaban ante la ira que aun presionaba su pecho y sus irritantes lagrimas bajaban sin poderlas contener. Tomo la fuerza necesaria para ponerse de pie nuevamnete, y se hubiera lanzado ante Zhang de no ser porque ZiTao le detuvo.

—Tao...—susurro, este no le miro. —¡Tao basta! — grito molesto. El nombrado no se movio ni hizo nada, siguio sosteniendo su mano. YiFan se intento safar desesperadamente pero no podía, simplemente ZiTao lo estaba lastimando, no solo fisicamnete, si no mental, al no dejar a Yifan ir sobre el maldito que había arruinado su vida. JunMian seguia quejandose ante los pies de Zhang, quien seguia golpeandolo fuertemente. —¡ZiTao lo va a matar! ¡Sueltame! —gritaba desperado, su voz ya estaba más que destrozada por los gritos constantes y los gruñidos, asi como el dolor natural que el dolor colocaba en la garganta cuando algo dolia. YiFan tenía los ojos inchados, pero eso no lo detuvo a ver los ojos ajenos, que seguian ausentes, no estaba tratando con Zitao, pero tampoco sentia que estuviera junto a nadie mas.

—¿Así que ahora salvaras al hombre que no tuvo miramientos cuando se trataba de mandarte a matar a ti? —pregunto de forma juguetona el hombre más viejo. YiFan trago fuerte y arrugo su entrecejo, dirijiendole una mirada asesina a Zhang, quien se puso de cluquillas ante JunMian, tomandolo del rostro de forma violenta y obligandolo a mirar a YiFan, quien no pudo mantener la mirada en el moribundo hombre, pues estaba apenado y dolido de no poder hacer nada para ayudarle. JunMian sonrio levemete.