13. Un vampiro que no le importa la situación.

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- Tu lo cuidarás Brett.- sonrió mientras acariciaba su brazo.- En mi ausencia quiero que cuides del feto.

-¿Cuando regresara de su visita con el príncipe Maurice de Senego?.- el rostro de Brett se mostraba con preocupación de que Archer tuviese cargos.

Archer se puso algo serio al escuchar el nombre del príncipe.

- No seré condenado, de eso puedes estar seguro. La obsidiana la tengo desde que somos niños, mediante un pacto de sangre.- dijo serio ante su decisión de ir a visitarle.- Regresaré lo más pronto que pueda. Hasta entonces te confió mi bebé.

Brett no tuvo más que asentir. El homúnculo era muy especial para el conde.

- ¿Qué tipo de cosas juro ante el pacto?

- Nada en especial, cosas de niños. El debe tener mi medalla de oro, así que fue un intercambio equivalente.- respondió.

El intercambio equivalente se hacia ante personas con un mismo estatus, probablemente el príncipe y el conde al ser muy pequeños no llegaron a medir la consecuencia de sus actos.

- ¿Es por los articulos?

- No lo creo. Seguramente es porque asesine a su dama de compañía favorita durante la orgía.

Aun recordaba las pieles de esa mujer y la manera en la que movía las caderas cuando recibía la dosis de sangre. Aquello fue una fiesta sangrienta llena de sexo y liquido vital.

Menos mal que Archer podía medirse algunas veces y logró salir de esa como se debía. El príncipe Maurice estuvo tan drogado por el afrodisiaco el cual era adicto en aquel entonces que no pudo hacer nada más que meter y sacar el pene.

La primera carta enviada por la corte le advertía presentarse en el jurado de ese mismo año. Más que temor, lo que le causaba pánico era ser encerrado en una "dama de hierro" un lugar tan estrecho para una persona cuyo espacio tenía en el mejor de los casos clavos y no agujas. Todo aquello por una humana insignificante que podía brindarle al príncipe conversaciones interesante, tal bajeza no era digna para un miembro de la realeza extranjera como Archer.

- Lo extrañaré mucho, señor...

- Acercate Brett...- dijo con suavidad.- Acercate y muéstrame tu lengua....

Obedeciendo a la orden, el rubio accedió.

Inclinando su cabeza para estar a la disposición del conde, pudo sentir las manos del castaño en sus pectorales que se deslizaban a sus hombros y cuello libremente.

-Mnh....

La fragancia del conde era tan caracteristica, perfume "amaderado" con un ligero toque a pino y mandarina.

- Brett...- dijo suavemente mientras se apartaba por un momento.

El rubio optó por una actitud más dominante mientras el castaño siguiera en sus brazos.

Sus besos fueron más alla de sus labios, recorrer la piel pálida de Archer era una tarea tan tentadora que el mismo quería explorar.

-Ah....

Poder sentirlo todo, desde su tacto frío hasta sus palpitaciones de sangre densa en su cuerpo... todo eso levantaba la pasión del castaño.

- B-Brett... baja más...

Con ojos anhelantes le hizo aquella petición que el mismo quería hacer inconscientemente.

En medio del estudio de Archer, se arrodilló a la altura de las caderas de su ahora acompañante.

-¡Ngh!

Su boca provocativa no iba a perder la oportunidad de provocarlo, de hacerlo suspirar y tener en la cabeza dejándolo una y otra vez que lo deseaba... como una obsesión constante.

-...Nn...- el rubio hizo un camino superficial en su zona pudorosa. Aun con la ropa puesta, aquello estaba bastante vivo.

Lo que escuchaba eran las respiraciones deseosas y agitadas de Archer.

- Conde Archer...- llevó su mano hasta el bultó y lo frotó con cuidado, aquello que le provocaba arcadas.

Se las arregló para retirar el cinturón y sacarlo libremente. El pene estaba ligeramente erecto, y aunque no era grande era bastante decente a nivel promedio.

Introdujó el miembro en su boca mientras sentía el sabor de la piel, el sabor intimo de Archer de Sturian.

-Mnh.....

Cada vez que lo ponía más adentro más se escuchaban los sonidos que hacían. Aun no podía dejarlo correrse.

- B-Brett... ¿Puedes hacerlo más rápido? Usa tu lengua para provocarme un orgasmo ¿si?...- bajó su mirada para conectarse con la de Brett que miraba hacia arriba.- ¡Ah! ¡Así!

Momentos como esos eran en donde el rubio agradecía la simulación de estar vivo.

-¡M-nh!...¡haaa!. . .¡ah!....- gimoteando y apoyando una de las manos en la cabeza de Brett, este no pudo evitar agarrar su cabello, tironeando de el en algunas ocasiones.- ¡No pares Brett!

Brett llegó en ocasiones a perder aire por dejarlo adentro tanto tiempo, y de tener al conde tironeando su cabello cada vez que lo metía en su boca.

-¡Ah!..... Q-Quiero correrme...- avisó con una voz tenue .- ¡Ah!. . . ¡N-No puedo aguantarlo más!

Aquellas palabras fueron pronunciadas antes de que el liquido seminal cayera en la boca de Brett y se derramara por el costado de sus labios.


























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Nota

Una disculpa, sigo aprendiendo a narrar orales.

Maleficios Vampiricos - Colección de Vampiros llOù les histoires vivent. Découvrez maintenant