Ganar tu corazón [PAUSADA]

Capítulo-2

No se olviden de dar estrellita y comentar 🤗💜.

Llegamos a casa y Ryan estacionó la camioneta frente a la entrada.

Bajamos del vehículo. Cuando nos adentramos en la casa, Jennie nos recibe muy alegre.

La tomé en mis brazos y deje mi bolso en uno de los muebles.

—Muy bien, gemelos ratas, bañense para que vayamos a comer. Papá me mandó un mensaje diciendo que llegará muy tarde. -Mire a Ryan y me senté en el mueble grande.

—¿A donde iremos?. -Pregunte luego de que lo gemelos subieran las escaleras.

—A donde venden las hamburguesas que te gustan, Beca. -Dice Royce, y yo solo sonrió.

Dejé a Jennie en el suelo, y corro hacia las escaleras, comenzando a subirlas, para luego dirigirme a mi cuarto con Jennie detrás mía.

Entramos a mi cuarto y cerré la puerta. Mi perrita se subió en la cama y yo me dirigí a mi closet.

Saqué algunas prendas y me metí al baño.

Luego de un rato, salí del baño ya vestida

Baje las escaleras junto a Jennie, y pude ver a mis hermanos peleando en la sala.

Fui rápido a buscar la correa de Jennie y se la coloque. Fuimos a la sala y mis hermanos se me quedaron viendo.

—Tu no irás vestida así. -Dijo Nicholas a lo que yo solo fruncí el ceño.

—Nick tiene razón, Beca. Se te van a quedar viendo como moscas rondando un plato de comida.

—Callense, par de ratas.

—Beca, cambiate. Aún que sea ponte un pantalón. -Dijo Royce.

Hice caso omiso, y simplemente salí de la casa, subiendo al asiento del copiloto, subiendo a Jennie en mis piernas.

Baje la ventana y pude ver cómo Ryan se acercaba, viéndome con una sonrisa socarrona.

Se apoyo en la ventana, con los brazos cruzados, para luego comenzar a hablar.

—Hermanita, hermanita, hermanita... Yo no te digo nada, porque no voy a permitir ser ignorado por una tarada. -Rodé los ojos y lo mire con una ceja alzada. —Pero que te quede claro, si alguien te ve más de lo debido, le partiré la cara. -Sonrie de lado, rodeó la camioneta y subió al asiento del conductor, encendiendo el motor

Los otros tres idiotas subieron al vehículo y emprendimos camino.

Luego de un rato, llegamos al lugar y bajamos todos de la camioneta para luego poder entrar.

Como Jennie se porta bien, puede entrar también, se acuesta en el suelo mientras que nosotros nos sentamos en la mesa.

—Yo quiero una hamburguesa. -Sonreí de lado y me acomodé en el asiento.

—Que raro tú. -Nathan rueda los ojos y se cruza de brazos. —Yo también quiero una hamburguesa.

—Yo quiero pollo con papas fritas. -Dice Nicholas y luego de eso, los dos mayores, se levantan y caminan hacia la caja, para ordenar la comida.

Me pongo a jugar con mi collar mientras miro a los gemelos a los ojos y ellos hacen lo mismo conmigo.

—¿Que me ves, tarada?.

—La mierda que tienes por cara Nathan.

—Nathan y yo tenemos la misma cara. -Nicholas frunce el ceño y se cruza de brazos.

—Exacto, los dos tienen mierda por cara. -Sonreí.

Luego de un rato, seguíamos mirándonos como idiotas, sin decir ninguna  palabra.

En ese momento, llegaron mis otros hermanos, y dejaron la comida en la mesa. Yo agarré mi hamburguesa y destape el empaque.

De repente se escuchó una voz molesta acercándose.

—Vaya, vaya, vaya, ¿Que hay, Panteras?. -Dijo el capitán del equipo de los Leones viendo a Ryan y a Royce.

—Nada que les importe, Leones. -Dijo Royce, mirando al capitán y a sus dos perros falderos.

—Es mejor que te vayas... León. -Dijo Nate separando las sílabas de la última palabra. Nick y yo intentábamos contener la risa, ya que ese era un chiste entre nosotros tres que nadie más entendía.

—Es cierto, ya vete... León. -Ahora fue turno de Nick bromear con esa palabra.

—¿Porque dicen León de esa manera?. -Dijo el capitán, frunciendo el ceño. Ya se estaba irritando.

—Nada que te importe... León. -Esta vez, yo hablé.

Los gemelos y yo, estallamos en carcajadas. Las pocas personas que habían ahí, nos miraban raro, pero no nos prestaron tanta atención.

Cuando dejamos de reírnos, miramos al quarterback. Que curiosamente, su nombre es León.

Se llama León y su equipo se llama "Leones". ¿Coincidencia?, Ni idea.

Bueno, dejando eso de lado. Lo miramos y nos divertimos con su mirada de odio.

—Beca... Si las miradas mataran, seríamos seres inmortales. -Sentencio Nate, con una sonrisa ladina sin mostrar sus dientes.

—No les hagas caso León... Sólo buscan molestar. -Dijo el corredor, se que se apellida Parker, su nombre no lo sé.

—Dejen de llorar y mejor vayanse, Leones. -Dijo mi hermano mayor.

—Cierto, y no se metan con los menores soló porque saben que ganaremos el viernes. -Dijo con sorna mi segundo hermano mayor.

—Ya quisieran, Rollins. -Dijo el segundo corredor, Dawson. El cual es bastante atractivo ha decir verdad.

—Ya quisieran que nosotros quisiéramos... -Dije sacándole la lengua.

—Ya quisieras que nosotros quisiéramos que ustedes quisieran. -Dijo Dawson, rodando los ojos.

—Ya quis... -No termine de decir ya que Nicholas metió un puñado de papas fritas en mi boca.

—Prueba, Beca... Prueba.

Yo empecé a masticar las papas como pude mientras que todos mis hermanos se reían y los del otro equipo me miraban con burla.

Al cabo de unos minutos termine de comer pero trague mal y termine tosiendo como una morsa epiléptica.

Agarre el refresco de Nicholas y empecé a tomarlo rápidamente mientras escuchaba las quejas de Nick y las risas de los demás.

Al dejar de toser. Deje el refresco a la mitad, sobre la mesa y mire a Nick.

—Gracias, rata de mi corazón. -Agradecí en un tono meloso, con una sonrisa algo tierna.

—Deberían ir a la escuela de payasos. -Comento León, al dejar de reír.

—No te metas con mis hermanos... Léon. -Dijo Nate como anteriormente lo había hecho.

El quarterback apretó sus puños y se fue de aquel lugar, hechando humo por las orejas, con los corredores detrás.

—Esta comida fue de maravilla.

Fue lo último que dije antes de agarrar mi hamburguesa y darle una mordida.