YouTuber // MinSung

YouTuber

—Quién diría que eres novio de un YouTuber—lo molestó JuYeon.

MinHo sonrió ampliamente al pensar en JiSung, en la alegre sonrisa que lo caracteriza y su tierna manera de ser que lo hacía recaudar fans por todo el mundo.

—Parece que se te olvida que estoy rodeado de YouTubers—respondió MinHo, cerrando la puerta de su oficina. No era mentira lo que dijo, su círculo de amigos de caracterizaba por tener distintos artistas pero la mayoría era parte de la plataforma de YouTube.

—Tendrías que haberme dicho que eres famoso.

Entendía el interés de JuYeon, el chico había llegado hace un mes a la editorial y MinHo no le había dicho que era novio de Han JiSung, el famoso YouTuber, aunque tampoco es como si quisiera divulgar sobre su romance, muchos creerían que estaba con Sung solo por popularidad. A él le importaba una mierda lo que el resto opinara pero con Han era distinto, siempre sufría a la hora de leer los comentarios de los haters.

—Soy famoso—refuta MinHo—, solo que no en YouTube.

—Uy, sí, señorito best seller. Algún día yo también seré éxito en ventas, ya lo verás.

Se dieron un amistoso empujón antes de seguir caminando por los pasillos de la editorial, despidiéndose de las personas que guardaban sus cosas para irse a sus casas a descansar luego de un largo día de trabajo.

—Deberías volverte YouTuber, el video fue realmente tierno.

—No, gracias, sólo acepté grabar un video, no me imagino haciendo esto seguido. Con solo ver todo el esfuerzo que JiSung pone, me siento cansado.

JuYeon abrió la boca para darle argumentos sobre por qué debía abrir un canal de YouTube pero se quedó callado al reconocer una delicada figura acercarse a ellos. MinHo sintió a alguien posicionarse detrás de él y después de eso, unas manos taparon sus ojos, un conocido aroma llegó a sus fosas nasales y una sonrisa se apoderó de su rostro.

—Boo—susurró alguien en su oído, reconocería esa voz donde fuera.

Se deshizo del agarre y volteó rápidamente, posicionando sus manos en las gorditas mejillas de JiSung y no demoró en dejar un beso en los labios contrarios, siendo correspondido casi de forma instantánea.

Se habrían dado un beso más duradero pero se encontraban a la salida del trabajo de MinHo y lo último que JiSung quería era perjudicar a su novio, así que se separó. De todas maneras, cuando llegaran a casa podrían darse todos los besitos que quieran.

—Hola—saludó Sung, con una pequeña sonrisa.

—Hola—sus manos viajaron a la cintura de su novio—, no es que quiera sonar grosero, pero, ¿qué haces aquí?

El menor hizo un puchero.

—Si quieres me voy.

—Ni se te ocurra—lo abrazó con fuerza.