Príncipe Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 15

Veronica

—Me alegra mucho tenerte de vuelta, Veronica — Dice Katy con un tono de voz qué hacia notar qué estaba súper feliz.

—A mí también me alegra mucho estar de nuevo en acción.

—Lamento solo haberte ido a visitar un solo día.

—No te preocupes, comprendo qué tenían mucho trabajo aquí.

—Si, aún qué tuvimos ayuda de unas empleadas qué Drake Blackwood mando — Pone una cara divertida —.Y dime ¿Qué se siente tener al guapísimo Drake Blackwood a tus pies?

—¿De qué hablas?

—Por favor Veronica, es más qué obvio Drake se interesó en ti nadie hace lo que él hizo si no le gustará alguien, primero se quedó contigo en el hospital, segundo te llevo a tú casa y se quedó contigo y por último siempre te visitaba es obvio qué le gustas mucho.

—Ya no digas esas cosas, solo lo hizo por amabilidad eso es todo.

—Pero...

—Pero nada Katy, es solo amabilidad de parte de él.

—Parece qué te tendré qué comprar gafas por qué pienso qué estás ciega, amiga.

—Tengo qué atender las mesas de afuera.

Doy media vuelta, tomo algunas cartas y me dirijo a la puerta para salir del restaurante.

Salgo del restaurante y comienzo a atender a todos los clientes qué se encontraban sentados en las mesas de afuera.

¿Por qué todos piensan qué Drake quiere algo conmigo?, incluso aquel vampiro Harry lo creía al parecer todos aquí están locos, incluso hasta yo misma lo estoy creyendo, lo qué tengo qué hacer es olvidar todo ese tema por la paz, si eso es lo qué tengo que hacer.

—Muy bien, ahora les traigo sus plato — Digo mientras anotaba en una pequeña libreta lo qué me habían ordenado los clientes —.Ahora...

Deje de hablar ya qué alguien me tomo del brazo izquierdo, mire hacia la persona y me tope con el vampiro de ojos azules.

—Drake, estoy trabajando.

—Necesito qué vengas conmigo.

—¿No escuchaste qué estoy trabajando?

—Ya no te tienes qué preocupar por eso —Con su brazo libre señala la entrada, miro hacía allá y veo a unas cuatro chicas entrando vestidas con el uniforme de mesera —.Ellas se ocuparán, ahora vámonos.

Comienza a jalarme hacia donde se encontraba su auto pero yo antes de qué llegáramos a su vehículo me libere de su agarre.

—¿Quién te crees para hacer esto?

Sonríe y se acerca a mí oído derecho.

—Un vampiro muy sexy qué cuando tus ojos me miran puedo notar qué se llenan de brillo, tal como si estuvieras viendo a un dios.

Se aleja y me mira.

—¿No te cansas de fantasear? — Lo miro un poco molesta por lo qué había dicho él.