Capítulo 13.

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A pesar de que Diego y Roberta ya habían informado que no se iban a divorciar y sus hijos lo sabían, Fabían seguía sumamente furioso con su hermana.

Ya habían pasado los días de descanso, todos los chicos estaban sentados en una misma mesa platicando de lo que hicieron en sus días libres. Ignacio y Mateo se sentaron junto a los demás, Fabián quién los seguía de lejos al notar la presencia de su hermana siguió caminando como si no conociera a las personas en el lugar, tanto Stephanie como Chío cruzaron miradas, Stephanie dejó notar la tristeza en su mirada y Chío algo confundida y sin entender le preguntó:

-¿Para dónde va?

-Desde la semana pasada me evita, está molesto. El Sábado el cenó con nuestros padres porque yo estaba donde Ale y el Domingo cuando me vio llegar a casa tomó sus cosas y se fue para donde la tía José y no quiso regresar, hoy se vino para el colegio desde la casa de Dani y Nacho -soltó el aire de los pulmones.

Las chicas realmente creían que estaban susurrando, aunque todos podían escucharlas. Dani quién pasaba las hojas de una revista que fingía leer lo había escuchado todo así que cerró la revista la puso sobre la mesa y sonrío

-No está enojado -bebió un poco de jugo- sólo dale un poco de tiempo, ya se le pasará...

-¡Vaya... Qué consuelo! -murmuró Stephanie

-Ahorita vengo -dijo Chío poniéndose de pie- acabo de recordar que olvidé algo importante en el cuarto, iré por ello

Rocío empezó a caminar en dirección opuesta a dónde se ubican los cuartos, camino un rato abro puertas, entró a los cambiadores, a los salones y parecía no encontrar lo que se le había perdido. Estaba a punto a darse por vencida pero decidió ir por último a los lockers y lo vió, finalmente lo encontró

-Ey tú, Bustamante -gritó, Fabián la miró y apartó la mirada como si no fuera con él- no me ignores Fabián

El guapo Bustamante cerró su Locker y empezó a caminar en dirección opuesta a la que venía Rocío, la  rubia se sintió ofendida pero siguió caminando esta vez más rápido, no estaba enojada pero sí angustiada

-Fabián -volvió a gritar- Fabián no te voy a perseguir por todo el estúpido colegio detente, ¡Fabián!

-Pues deja de seguirme -gritó sólo girando un poco su cabeza pero sin dejar de caminar-/nadie te pidió que lo hicieras, déjame en paz

-Fabián, detente en este instante -la voz de Rocío parecía molesta.

-Rocío -dijo deteniendose y esta vez se giro para quedar frente a ella- déjame en paz mocosa

-Hey Fabián - dijo Lorenzo- de casualidad...

-¿Qué quieres imbécil? -Fabián evidentemente estaba molesto- ¿Para que me hablas?

-Tranquilo hermano -respondió Lorenzo levantando los brazos.

-Yo no soy tu hermano idiota, no me digas así

-Fabián, te estás pasando -advirtió Chío.

-¿Y por qué sigues aquí mocosa?

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