❝ 스페셜 "천" ❞ ✿

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[Hace 10 años]

– Mamá, hoy llego un nuevo alumno a la clase del profesor Chang. Es super genial – mencionó con alegría un joven peligro de apenas 8 años.

– ¿Enserio? ¿Mas increible que tu? – contesto en broma la mujer.

– ¡Muchisisisisisimo mejor! – exclamó sin dudas.

Cosa que sorprendió en gran medida a su propia madre. La cual ya se habia acostumbrado al desbordante ego de su hijo.

– Además, es super lindo. Tiene la sonrisa de un ángel – suspiro.

– ¿Por qué no lo invitas a jugar un día? – dijo curiosa de conocer al chico del que su pequeño no paraba de hablar.

– Le preguntare mañana. Seguro que dice que si – murmuro confiado el jovencito.

Dicho y hecho. Al día siguiente. Cuando la clase había terminado.

El de negra cabellera persiguió a su mayor. Logrando detenerle antes de que se fuera.

– Hyung... ¿Te gustaría venir a mi casa? –

Un ligero sonrojo se esparcio por las abultadas mejillas del menor. Sintiendose nervioso de repente.

– Tengo que preguntarle a mi mama primero. Pero estoy seguro de que me dejara –

La enorme sonrisa posada sobre las delicadas facciones del mayor, provocó aleteos en el estómago del pequeño. Quien lleno de alegría no pudo evitar abrazar  con fuerza el delgado cuerpo frente a el. Siendo rapidamente correspondido por el algunos centimetros más alto.

Los días pasaron con rapidez. Conviertiendose en semanas. Y mas tarde, en años.

La suerte habia bendecido a los jóvenes, que al poco tiempo notaron que vivían a tan solo unas calles.

Volviendose como uña y mugre desde la primera vez que se juntaron.

De eso, ya han pasado 3 años.

Los inseparables amigos de 11 y 12 años, pasaban la tarde como de costumbre frente a un televisor. Jugando con las consolas del mayor.

– Hyung... – murmuro el menor, rendido tras haber perdido las ultimas tres partidas.

– ¿Si kookie? –

– ¿Ya has besado a alguien? –

Ido en sus inocentes pero curiosos pensamientos. El menor no noto el sonrojo que cubrió las mejillas del mas alto.

– No, todavía no. ¿Y tu? –

– Creo que no –

– ¿Crees? –

– ummmh bueno, los besitos que te doy en las mejillas cuando estas asustado no cuentan –

– Supongo que no, para que cuente debe ser en los labios – afirmo el mayor.

– ¿Qué se siente tocar tus labios con los de otra persona? – mencionó  interesado el pelinegro.

– Talvez sea asqueroso – dijo haciendo una mueca.

– No digas eso hyung. No puede ser tan malo. Mis padres lo hacen y tambien en las peliculas –

– Si, pero no quiero hacerlo con ninguna niña de mi salón – se quejó.

– ¿Y si lo hacemos nosotros? –

– ¿Nosotros? –

– Si... ¿Esta mal? – dijo confundido el menor.

𝙰ú𝚗 𝚗𝚘Where stories live. Discover now