La chica llamada Diana Silvent, perdio a sus padres apenas ella tenia unos 4 meses, su mayordomo y ella cubren con un secreto y como Diana es la caza monstruos de paises ella se debe encargar sobre su empresa "Celestium" en el cual se atrapan los mo...
El carruaje de Carlo se aproxima a la mansion y este la ve con mucho asombro.
- ¡meraviglioso!- dijo carlo sonriendo grandemente.
Para dar un poco mas de contexto, Carlo Vinelluz es un magnate de la fundacion Venccelo encargada de tener a la mejor fuerza armada del continente europeo, tiene fines de negocios en alianzar Celestium y su empresa en beneficio de la condesa y de el mismo.
Marok lo esperaba en la entrada junto Simon.
- ¡Bienvenido a la casa silvent! Es todo un placer poder recibirlo con los brazos completamente abiertos.-
dijo marok mientras sonreia.
Carlo maravillado miraba mientras sostenia su bastón. Lo invitaron a entrar en la mansion y entrando miro como era la principal, grande y algo oscura.
- vaya, ¿por que esta tan oscura? - Dijo Carlo viendo alrededor bastante extrañado.
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- Me gusta y basta con que la iluminacion sea asi, no necesitamos tanta iluminación-
Dijo Diana bajando de las escaleras con un traje de colores oscuros puesto. Carlo la vio y se inclino en forma de respeto.
- Un gusto al fin conocerla jovencita Silvent-
- llameme condesa y el gusto es mio señor Carlo.-
Diana bajo de la escalera acercandosele.
- ajem... una disculpa por la informalidad de mi condesa, señor-
Marok vio a Diana algo indignado.
- mas bien, yo lo siento por mi informalidad - Carlo se levanto y viendola le sonrio.
Invitaron a Carlo a tomar algo de té y un postre, mientras Diana hablaba con Marok en la cocina discutiendo.
- No le tengo suficiente confianza, eso es todo... - Dijo Diana viendo hacia el suelo.
Marok tomo la mejilla de Diana y le sonrio levantandole el rostro.
- solo prometame que se portara mejor que la vez que vino el rey de Qatar- Marok sonrio.
- Te lo juro Marok, descuida.- Diana formó una leve sonrisa en su rostro besandole la mejilla a Marok.
Carlo caminaba por el pasillo y vio un gran retrato sobre la pared.
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