The First World.

Marok, rutina

'Soy Marok, tengo.. olvidemos mi edad, soy el sirviente de generaciones de la familia Silvent, mi deber: Acompañar a mi condesa Diana en los viajes concurrentes que ella hace, hacer su rutina diaria, ella se siente independiente pero sé que necesita de mi siempre, le he jurado que no la dejaria sola por nada ni por nadie, yo no tengo familia, nunca la conoci, a como desafortunadamente paso lo mismo con mi condesa, ahora, que va a empezar?, pues algo asi es mi mañana...'

Marok se termina de vestir y poner su traje saliendo de una pequeña habitacion la cual se supone es su cuarto, siendo las 5:30 de la mañana es hora para que Marok vaya y abra todas las ventanas y puertas, arreglar la cocina, el jardin, y preparar el desayuno de Diana. Nunca se ha aburrido de su rutina, con su condesa segun él todos los dias le resultan ser especiales y diferentes dia a dia.. siendo las 7 am es hora de ir a despertar a Diana, para que desayune, se bañe y despues empiece a recibir las clases que Marok le da.

- Es hora de despertar condesa, hoy el dia se ve estupendo- dijo Marok abriendo la cortina del cuarto de Diana.

Peculiarmente el cuarto de Diana es casi del tamaño de una sala de casa promedio.

- me dices lo mismo todos los dias y resulta siempre verse las mismas nubes negras..- dijo Diana sentandose en la cama.

Diana tiene solamente 16 años, su cabello es largo y rojizo, sus ojos son verdes por los ojos de su padre, tiene la piel clara y suave como su madre, tambien posee varias cicatrices por las travesuras que ha hecho desde pequeña.

Marok le sonrie y arreglandole el cabello la ve.

- todos los dias son hermosos, solo depende como este nuestro humor- marok se levanta y agarrando una bandeja de plata con el desayuno se le acerca.

- traje su desayuno, un pastel de bayas con un darjeeling tea, le ira bien para empezar, ¿no cree?-

le dijo a Diana poniendole la bandeja sobre las piernas y se sienta a su lado haciendole una coleta.

- No lo siento tan a gusto como para disfrutarlo, Marok.-

- vaya señorita, si que está de mal humor hoy...-

dijo Marok.

-Simon ayer me lastimo con su espada, ademas de que siempre se burla de mis derrotas y a mi me enfurece eso... -

dijo mientras empezaba a comer con su típica cara algo arrogante.

Marok simplemente la vio y no le dirigio la palabra.

-no puede resultar tan enojada solo por que Simon la venció.

- Siempre que entreno con él termino lastimada de alguna u otra manera.-

dijo hablando con la boca llena.

- no sea maleducada. De todas maneras, debe apresurarse; tendremos una visita proveniente de Italia que nos vendra a proponer un trato-

Marok se levanta y sacando una mudada de su armario la ve.

-hablaré con Simon sobre las peleas que hacen entre ustedes, asi que vaya al baño y yo arreglare su habitacion.-

- bien -

Diana se dirigio al baño y Marok empezó a arreglar la habitación.

'Como ven, Diana aveces resulta estar de mal humor... aun asi no le quita lo tierna que es.. pero bueno, Simon es el caballero que acompaña a mi condesa a sus viajes si es que yo no puedo acompañarla por visitas, este caballero tiene 21 años, el la considera una hermana pequeña por lo que siempre juega o molesta con ella.

 Y si se preguntan por qué una chica de apenas 16 años gobierna su propio negocio y vive rodeada de guardias, mayordomos y todo. Pues, en la familia Silvent nunca fue de gran interés la edad, se sabe que este legado es capaz de gobernar hasta un continente entero, Diana, mi condesa puede que sea orgullosa, pero tiene un corazón puro que tambien es parte de la sangre Silvent. Pasando de sus orígenes recorde el dia de hoy que va a venir un magnate italiano llamado Carlo Vinelluz. Viene a hacernos una propuesta de colaborar con su empresa y veremos que es lo que nos ofrece.'

(Final del primer capitulo...)