NARRA JORGE:
-No lo sé- agaché la
cabeza, avergonzado-
muchas. No puedo decirte
un número.
-¿Y... con... cuántas te
has... tu sabes... ajá?
-¿Te refieres a con
cuántas me he acostado?
-Bueno yo no quería
decirlo tan feo pero...
-Muchas, Martina.
Demasiadas. Tampoco
puedo decirte un número.
Ella sonrió como si
agradeciera la confianza,
pero la felicidad no
llegaba a sus ojos. De
hecho, se le llenaron de
agua.
-Oh no, Tini, no...
-No pasa nada- se
excusó- yo fui la que
preguntó. Sólo tenía
curiosidad.
-Aún así lo siento. Sé que
ha sido irresponsable de
mi parte.
-Y mucho- dijo ella.-
Espero que te hayas
protegido, ya sabes, con
eso del sida y las
infecciones...- ella se
sonrojó, y yo también. No
era muy cómodo hablar de
esto.
-Tampoco soy tan
estúpido- reí ligeramente,
mas irónico que divertido-
pero estoy tratando de
alejarme de esas cosas.
-¿Por qué lo hacías?¿Por
qué jugar con tantas
chicas a las que luego
dejarías ahí tiradas?- dijo
ella, apoyando su mentón
en ambas manos, con
curiosidad.
-Eh... no lo sé- balbucée.-
Supongo que para llenar el
vacío.
-¿Qué vacío?
-Pues... el de tener unos
padres a los que no les
importo, unos hermanos
para los que sólo soy un
problema, y esas cosas-
mentí.
Me miró, comprensiva.
-¿Qué ha sido de ti desde
que ya no nos vimos?
Y empecé a soltarle todo,
evitando las partes donde
podría darse cuenta de que
estoy terriblemente
enamorado de ella. Ante
algunas cosas se reía
divertida -como cuando le
conté de que Lodovica tuvo
que ir por mí a una fiesta
donde me había
embriagado tanto que
estuve mostrando el
trasero a los coches que
pasaban por la calle- y en
otras simplemente se
quedaba sería -cuando le
conté de mi primera vez,
por ejemplo-.
Me sentía muy mal de
haber hecho de mi vida
una basura. ¿Qué pensaría
ahora Martina de mí? Seguro
la avergonzaría,
probablemente incluso
había perdido la
oportunidad de que algún
día se fijara en mí.
-Agradezco que seas
sincero. No se puede decir
lo mismo de muchos
chicos.
-¿Y tú que tanto sabes de
chicos?- repliqué,
empezando a crearme
escenas en mi cabeza.
-Absolutamente nada. La
verdad es que ni siquiera
he dado mi primer beso-
se sonrojó.
-Eso sí que es increíble,
Tini. ¿Los tigres no
son suficientemente
guapos para ti?- dije, y me
dió un ligero puñetazo en
el hombro.
-No seas idiota, Yoyi. Es
sólo que estoy esperando
el cuento, ¿sabes cómo?
La miré enternecido,
mientras ella se sonrojaba
más. ¿Por qué yo no habia
esperado, como ella?
La campana que indicaba
el fin del receso sonó. Nos
dirigimos en silencio a su
salón de clases. Cuando
llegamos, le di un beso en
la mejilla a modo de
despedida y sus mejillas
enrojecieron, mientras
bajaba la mirada
avergonzada. ¡Era
simplemente adorable!
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Es obvio q Tini tiene sentimientos que van mas allá de ser amigos. :D
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Jortini * Tiene cafe en su mirada y es por eso que me roba el sueño*
Romanceadaptada de Facebook