IX

1.9K 197 6
                                    

26 de febrero, 2018.

La presentación final se está acercando cada vez  más. Y mientras más avanzan los días, mis nervios se hacen más presentes. No sé si descansar para calmarme un poco, o ensayar cada vez más para no arruinar las cosas.

He visto a mis compañeros de clases agregar cosas nuevas a sus bailes, preparándose para el gran día. Todos ellos son muy buenos. Son excepcionales. Por otro lado, yo sigo luchando con la rutina que he estado aprendiendo. Siento que algo me falta. No sé qué es, pero siento que hay una pieza que necesito encontrar y aún no he podido. Pero sea lo que sea, necesito apurarme porque el tiempo no se detendrá para mi. 

Hoy hicimos muchas rutinas en el suelo. Todos estábamos al rededor del estudio porque, aunque estemos practicando algunos individuales y otros en grupo, la señorita Manoban se asegura de que no perdamos el toque que hemos alcanzado estos meses. Aún nos da clases y debo decir que admiro mucho eso. Este es el tiempo en el que nosotros tenemos que avanzar por nuestra cuenta, mientras que la señorita Manoban debería estar descansando. Pero en lugar de eso, está aquí con nosotros enseñándonos. 

Recuerdo que ella dijo que cuando estaba en la universidad, solía practicar hasta las 4 am. Ella seguía practicando aunque todos estuvieran descansando. Y eso, eso es lo que realmente amo sobre ella. La pasión que siente por lo que hace. Ella no se conforma con lo simple, ella siempre intenta que todo sea siempre lo mejor.

Además, la señorita Manoban es muy perfeccionista, pero entiendo eso. Recuerdo que ella una vez me dijo que le gusta bailar desde que era una pequeña niña. Supongo que ella nació para esto. Y lo que hace que ella sea cada día mejor, son sus sueños. Ella quiere mostrarle al mundo lo que puede hacer. Y es por eso que Lisa-unnie siempre da lo mejor de si misma. Puedo entender su punto de vista. Porque al igual que ella, hago esto por mi sueño. Y mi sueño es lo que me hace seguir adelante a pesar de que a veces me siento muy cansada.

Siempre quise bailar en frente de mi madre y mi padre. Pero como no nací para el baile, tuve que esperar hasta un momento en el que pudiera aprender. Tengo 18, pero nunca es muy tarde. Hace unos meses me di cuenta de que es mejor empezar un poco tarde, en lugar de arrepentirse luego de nunca haberlo intentado. Haré que mamá y papá estén orgullosos de mi, por eso me prometí a mi misma que nada va a detenerme y que alcanzaré mi sueño.

Ni mis dolores de cabeza, ni mi corazón acelerado, ni cuando mi presión sanguínea disminuye. Y ahora, ni siquiera los dolorosos moretones que tengo en mi abdomen. Los bailes en el suelo, las rutinas pesadas y las prácticas sin final, son lo que me han hecho estar más cansada. Y además de eso, hace unas semanas me desmayé un par de veces en casa. Creo que debo tomar un descanso. Tanto trabajo sin parar, está haciendo que mi cuerpo pague por eso.

En cuanto a los moretones, suele pasarme mucho en ese lugar desde que comencé a bailar. Empezó hace un par de meses, así que no es nada nuevo. Sin embargo, el dolor es tan fuerte que debo tomar pastillas siempre que llego a casa.

Y hoy, la señorita Manoban vio las marcas en mi abdomen. Debo admitir que ese ha sido uno de mis momentos más vergonzosos. 

Narra Lisa.

Los estudiantes están haciendo todo lo que pueden para asegurarse de que la presentación final será muy buena. Están practicando mucho más que antes, y eso me hace sentir orgullosa ya que se están tomando esto en serio. Antes cuando apenas comenzábamos, pensaban de esto como una clase más de baile ordinario que no les enseñaría nada más de lo que ya habían aprendido en clases anteriores, considerando que sabían muchas cosas. Pero ahora, ver lo mucho que han progresado y lo dedicados que están a esto, me hace sentir como una profesora orgullosa. Todos y cada uno de ellos han mejorado mucho. No solo su baile, sino también su actitud. 

Mi Juventud a tu LadoWhere stories live. Discover now