Intentando tener amistad.

345 38 52
                                    

Alec no podía estar en una situación más incómoda que ahora.

Eran a penas las 8:00am, los habían levantado más temprano de lo habitual, ¿ Y para que?, para que se reunieran los cinco.

Estaban en una sala amplia con todo lo que necesita una casa, un baño, sofas, para leer, para tomar el té y una gran mesa.

Él estaba en un sofa,Magnus al otro extremo, mientras que los demás intentaban estar lo más lejos posible entre ellos.

Alec podía sentir la mirada de Magnus sobre él, desde hace muchos minutos, casi desde que llegó, se siente observado y analizado, es como si todos sus movimientos fueran importantes y eso ya comenzaba a generarle una extraña sensación en el pecho.

Un golpe lo sobresaltó, era Jace con sus famosas dagas, desde ayer no las había soltado.

- Sabía que esto era una mala idea.- Resongo él.- Lo mejor es que hubiera sido en la tarde. Apenas son las ocho de la mañana y siento que mi día ya no se puede mejorar.

- Cállate Herendole. Fue Lightwood quien terminó por decidir, reclamale a él directamente- replicó Sebastián. Estaba pinchando el extraño desayuno que les dieron.

- En realidad no.- Jace le sonrio a Alec, provocando que se sintiera más nervioso debido a que ahora no solo Magnus lo miraba, sino que todos.- Tu opinaste por esta hora, él solo pensó con sensatez y nos dio gusto a todos.

Los demás lo miraban como si en verdad nunca lo hubieran visto.- Deberían de aprender de él.- dijo Jace.

Alec se puso rojo, luego Jace tomó todas sus dagas y fue a sentarse a la par de él.

***

Después de dos horas, al fin eran libres. Apenas las puertas se abrieron, ellos salieron casi corriendo de ahí. A excepción de él, intentaba actuar sereno, sabía que Magnus venia atras.
De repente Jace se giro y los miro a ambos para luego dirigirse solo a él.

- ¿Sabes tirar la daga?.- le preguntó. Alec fruncio el ceño. ¿ Con qué tiempo iba a ir a practicar?, su papá y mamá siempre estaban sobre él con los deberes, siempre presionandolo para que supiera dar la mano, sonreír y ganarse al público.

- En realidad no.- dijo con pena.- En realidad no se ningún deporte de ninguna tipo.

-Agghh.- Jace arrugó la cara.-¿ Padres estrictos?.

- Mucho.- Alec jamás había dicho algo parecido, pero se sentía bien sacar lo que pensaba. Aún así, no dejaba de imaginarse lo que pudiera decir su papá.

Notó la mirada de Jace sobre su hombro, el miró ahí y se encontró con Magnus poniéndoles atención.

- Lo siento.- dijo con mucho glamour.- Es que no me daban pasada.

Lo miraron alejarse.

-¿ Vienes o que?.- dijo de repente. Él asintió y se fueron caminando para afuera.

El lugar era algo extraño, anoche entró a su habitación y ya estaba la comida ahí, cuando el había dejado la puerta cerrada.
Además había más vigilancia, cada pocos minutos pasaba un guardia por los pasillos. Sin mirarlo, era extraño, era como si vigilaban pero sin verlos.

- Entonces, ¿ que hacías con tu vida?.- le pregunto Jace, estaban en la parte trasera de la casa, donde había un amplio campo para algunos deportes.- Digo, por que antes dijiste que jamas habías practicado nada.

- Yo sólo estoy en mi casa, siempre leyendo o practicando algún discurso que no me sirve de nada.- dijo con alivio.- Todos lo días es lo mismo, me levanto digo el buenos días, aún que ni siquiera lo sean. Después salgo con papá a alguna reunión y lo observo por horas..... todo es una gran estupidez, tenemos mucho dinero, demasiado diria yo, pero para nada por que todos los días son iguales.- De repente Alec se echó a reír, ganándose una mirada extraña de Jace.

TorneoWhere stories live. Discover now