Una daga.

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Tenían mucho que no usaban ese código, y sentía que en verdad algo estaba pasando. ¿ Pero qué?

Igualmente no podía hacer nada, ahí adentro no le dejaban hacer nada del exterior, ni siquera podía mandar una carta o algo parecido.

¿ Y si me escapo?, se preguntó, pero entonces negó con la cabeza, no quería averiguar las consecuencias. Ya había oído que algunos salían heridos hasta el punto que no sobrevivían.

El misterio comenzó a torturarlo hasta que se quedó dormido con el libro que ni siquiera logró leer.

***

Magnus estaba sentado en la sala, esperando que Alec llegara, había notado y anotado que él siempre era el primero en bajar y ahora se esmeraba en sorprenderlo.

Estaba tomando té cuando la puerta fue abierta, sonrió alegre pensando que seria Alec. Pero quien entró fue Jace.

Su cara cambió a asombro y confusión.

- Seguro no me esperabas.- dijo casual. Fue y se sirvió café.

- Claro que si. Todos tienen que venir aquí en algún punto de este rato.- trato de decir convincente y alegre.

- Conmigo no tienes que fingir ser amable, social y diplomático.- dijo mirándolo con terquedad.- Puedes ser el chico que me rompió la nariz aquel día.

- Jace, ya deja eso en el pasado, yo te pedí perdon.- dijo arto del comportamiento del rubio.- Además lo que sucedió entre nuestros padres y Robert Lightwood no tiene por que afectarnos a nosotros.

- Como no si tu fuiste parte de eso .- Jace comenzó a alzar la voz.

- ¡Que no!- gritó desesperado.- No entendí de que hablaban hasta que empezaron a pelearse a puños.

- Por favor, tu ya no eras un niño.- dijo en el mismo tono que Magnus.

- Basta, ya estoy harto de eso.- mumuró. - Es una pena que el malentendido haya a acabado con nuestra amistad.

- Una lástima.- dijo deacuerdo.- Pero fue tu culpa por esconderme semejante cosa y encima apoyas a tu papá.

- El no hizo nada... lo juzgaron mal.

Se callaron cuando la puerta fue abierta por Alec.

Magnus se tranquilizó y sintió que su día se iba a poner mejor.

- Buenos días, Alexander.- saludo. Eh igual que anoche, le beso en la comisura de los labios.- Creí que vendría más temprano.

- ¿Es.. estabas esperándome?- preguntó. Magnus casi suelta un suspiro al ver las mejillas de Alec sonrojarse, como tanto le gustaba. Asintió para luego apuntar para la mesa.

- Así es, pero pasa, el desayuno ya llego.

***

Alec había escuchado parte de la discusión y decidió entrar antes que pasara algo peor.

Se imaginaba que entre esos dos había algo más, pues simpre estaban enojados y queriendo golpear al otro.
No sabía que podía ser, la discusión no reveló nada, solo ellos sabían de que hablaban.

Se sentó pensando en si contarles que algo pasaba afuera. Estaba nervioso, quizá no debía decirles, aun que ellos podían saber algo.

- ¿Y Mark y Sebastián?- preguntó. Más tarde decidiría si contarles o no.

- Aquí estoy yo.- dijo Sebastián entrando. Alec miró a Jace de forma conspirativa, puesto que Sebastián llevaba un chupete en el lado izquierdo el cuello.-¿ Que?.- dijo al ver las caras de los tres.

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