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El nuevo nombre de la princesa

La escuela era algo que realmente no extrañaba. Mi primer día de clases estaba siendo una experiencia un tanto desagradable, pero a mis compañeras no parecía importarles ni un poco. Si mi madre fuera la maestra, las hubiera regañado a todas por hacer como si no existiera. Malditas desubicadas, ¡Ni siquiera me habían saludado!

Quería concentrarme, pero era un poco difícil ignorar el bullicio de mis compañeras a mi alrededor. Sí, solo compañeras. Mi madre se había tomado bien en serio lo de "no novios", así que prefirió inscribirme en un colegio solo para mujeres, y era HO RRI BLE. Mientras realizaba los cálculos de algebra, que por cierto conocía de memoria, la profesora repetía el nombre de una de mis compañeras por enésima vez, sin obtener respuesta alguna.

—¡Kim Hara! —gritó y por fin todos se callaron. Todos los pares de ojos se enfocaron en mí, y por fin me atreví a levantar la vista.

—Hey, te hablan —dijo una de mis compañeras.

—¿A mí? —pregunté confundida y recordé todo.

Kim Hara, mi nuevo nombre que había sido creado por error cuando dije mi verdadero nombre al llegar al país. Al parecer, Kinara y Kim Hara sonaban similar, así que a pesar de ser un grave error, no salió nada mal, pero debía acostumbrarme a éste, cosa que aún no hacía.

—Lo siento, soy yo. Kim Hara —repetí como idiota, pero era culpa de las matemáticas, me estresaban.

—Lo sé —dijo la profesora con una sonrisa. —¿Quieres presentarte con la clase? —me preguntó amablemente, pero yo negué y ella rio. —Vamos, no seas tímida y ponte de pie.

—Mi nombre es Kim Hara y vengo de lejos —dije, pero de inmediato mi madre se me vino a la mente y añadí con una sonrisa:—Espero llevarme bien con todas aquí.

—¿Eres Halfer? —preguntó una de mis compañeras.

—¿Hal- qué?

—¡Ah Ri! —se quejó la maestra, pero ella solo se encogió de hombros. —Lo siento, Hara. Halfer es una forma de llamar a quienes solo son mitad coreanos.

—Ah, supongo que sí— respondí. En realidad, no tenía ni idea de a lo que se refería, pero lo buscaría más tarde en internet.

—¿Entonces cual de tus padres no es de aquí? —preguntó otra compañera, pero rápidamente la maestra la hizo callar para continuar con su clase.

No podía creer que me había estado quejando por años para ir a la escuela, y cuando asistía a una, pasaba esto. Ellas tendrían que respetarme, debía ser casi dos años mayor que todas aquí, pero claro, nadie más que yo lo sabía. Y el uniforme... Ugh, sentía que la corbata me estrangulaba y mi falda se levantaba con el mínimo de aire que se cruzara.

Para mi suerte, el horario no era extenso, así que las horas se pasaron rápido. Intenté acercarme a algunas chicas, pero se me quedaban mirando extraño y prefería alejarme yo misma antes de sufrir la vergüenza de que me sacaran.

A penas llegué a casa, me quite la corbata y la lancé lejos de mí. Me tiré en el sofá y tecleé la palabra "Halfer". De inmediato se deslizaron algunas páginas para indicarme el significado de aquello, lo que solo hizo que mi rabia se incrementara.

Halfer: forma despectiva de llamar a alguien que solo es mitad coreano por tener sangre mezclada.

¿De verdad aun existían personas que clasificaban a otras solo para hacerlos sentir mal? Bah, si las diferencias fueren un pecados, todo el mundo sería un pecador.

Proyecto princesa; kim tae.Where stories live. Discover now