#4. -¿Qué tal si jugamos a algo?

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Reí.

-¿Eso hicieron? –Me fijé en la hora-. Lo siento chicos me tengo que ir.

-Espera, toma mi número –dijo Mason dándome una tarjeta-.

-¿Hablas enserio? ¿Una tarjeta? –Levanté una ceja-.

-Sí, con tantas chicas, me cansa escribir –dijo orgulloso-.

-Bien, adiós, el viernes, a las tres aquí, y no vengas en skate.

Caminé hasta el metro y fui a casa. Saqué las llaves y abrí. Fui a mi habitación y puse una película, hice palomitas y me quedé viéndola.

(…)

-Nos veremos el viernes.

-¡Ahhh! ¿Qué? Enserio… Dónde –tuve que separar mi móvil de mi oído por los gritos de Zoe-.

-¿Te quieres callar? Tú me dijiste que jugara con él y eso voy a hacer, así que no te emociones. Estaba pensando en llevarlo al centro comercial y hacerle una de las pruebas allí, pero no sé qué.

-Ya se te ocurrirá algo.

-Sí. ¿Hablaste con Jackson?

-Oh sí, dice que mañana depende de cómo se sienta irá o no.

-Ok, Adiós, buenas noches.

-Nos vemos mañana –colgó-.

Me acosté en la cama y me puse a leer el libro.

“Vi su mano en la guantera central. Podía haber metido también la mía, y nuestras manos podrían haber estado en el mismo sitio al mismo tiempo. Pero no lo hice.”

Continué leyendo, este libro es realmente bueno…

            (…)

-¿Un chico? ¿Estás segura de hacer esto? –Pregunta Jackson sacando su ropa de ejercicio del casillero, tocaba gimnasia-.

-Sí, es decir, no es de fiar, mi padre lo detuvo pero… -me interrumpió-.

-¿Lo detuvo? ¿Por qué?

-Tenía un arma… -murmuré-.

-¿Qué? ¿Estás loca?

-Pero ya no la tiene, además, no quiero nada con él, es un idiota, solo estoy jugando con él, técnicamente mi juego empieza el viernes.

-Si terminas descuartizada en su sótano, no iré a tu funeral –cerró su casillero y empezó a caminar, lo seguí-.

-No terminaré en descuartizada, y menos en su sótano. Solo le mostraré que se siente que jueguen contigo.

-Bien –sonó la campana de entrada-. Vamos –me desacomodó el cabello e hice lo mismo-.

Zoe ya estaba en el gimnasio cambiándose.

Jackson Denovan es mi mejor amigo desde hace 2 años, las personas nos clasifican a Zoe, él, a mí y otro grupo de personas, “Los populares”, no entiendo por qué, por el simple hecho de ¿Qué? No hay razón. Bueno, talvez porque estamos en el grupo de porristas y Jackson en el equipo de futbol americano con mi hermano y sus amigos.

Que quede claro que yo no quería entrar a ese grupo, fue por Zoe y por mi padre, después de todo no es tan malo ser porristas.

-¡Vayan a cambiarse! –Nos ordenó el entrenador gritando-.

Caminé hacia los vestidores con mi ropa para gimnasia en el hombro. Y me cambié. Salí con mis shorts de ejercicio negros y mi blusa gris.

-¡Todas las porristas del lado derecho del gimnasio, los del equipo en la cancha, los demás vayan con Johnny! (el otro profesor).

Fuimos del lado derecho, seguro teníamos una nueva coreografía, el partido es en tres semanas.

Empezamos a estirar y mientras Zoe y yo hablamos.

-¿Ya sabes que “prueba” le harás? –Dijo tocando la punta de sus pies con sus manos-.

-No, ahí se me ocurrirá algo –respondí haciendo lo mismo-.

-¿A dónde irán? ¿Al centro comercial?

-Sí, seguro –cambié de posición-.

-¿Enserio no te parece guapo? –Cambió a la misma posición que yo-.

-Sí… pero es… ya sabes, imposible que salga conmigo o que yo quiera salir con él.

-¡Vamos, no hay tiempo! –Gritó el entrenador-.

Detesto a este entrenador, grita como si uno no estuviera en su jodida cara escuchando hasta sus susurros, quiero decir que grita solo para dejarnos jodidamente sordos, ya que ni siquiera es necesario, siento que solo lo hace para fastidiar, ya que cuando habla con alguien “a solas” se escucha hasta África.

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(Foto de Matthew)

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