#7. Flash back.

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#7. Flash Back

(…) Jueves por la tarde.

| Mason |

Me desperté de golpe sudado, sin mi camiseta, agitado y con pánico. Por mi sueño. Había tomado una siesta, que se convirtió en pesadilla. Lágrimas empezaron a salir recordando aquél episodio, rara vez lloraba, pero esto siempre era la gota que rebalsaba mi vaso.

*Flash Back*

-¡Mamá ya basta! –Le grité con enojo-.

-Hijo estás ebrio, oríllate y yo manejo –respondió con preocupación-.

-¡Claro que no mamá! –Seguí gritando, aunque no me percataba de eso, la verdad era que había tomado mucho-. ¡Basta de tonterías! Puedo manejar…

-Baja la velocidad -su voz cada vez tenía más preocupación-.

-¡No hay autos! ¿¡Qué no entiendes!? ¡Estoy bien! –La volví a mirar despegando la mirada del camino-.

-¡Hijo Detente! –Gritó-.

De inmediato volví a ver hacia delante, no frené, me quedé petrificado, y para cuando reaccioné ya era muy tarde, vi unas luces que me encandilaron y después todo fue negro y con dolor.

*Flash Back*

Me senté en una orilla de la cama y froté mis ojos intentando que las lágrimas pararan, pero no sucedió, me levanté con frustración y apreté mis puños y golpeé la pared con mucha fuerza, lo hice de nuevo, y otra vez y otra vez hasta que noté que mis nudillos estaban rojos y ardían, los de mi mano derecha ya sangraban un poco. Con mi respiración agitada fui al baño de mi habitación, me miré al espejo apoyado en la encimera de baño, en el espejo había un calendario pequeño y me fijé en el día. Hoy se cumplían tres años de la muerte de mi madre.

-Lo siento, mamá –murmuré. Mis ojos húmedos no me dejaban ver con mucha claridad, y el nudo en la garganta no me dejaba hablar bien-.

Me examiné la cara por medio del espejo y luego vi mis nudillos, rojos, raspados, con un poco de sangre y débiles. Suspiré y me quité el pantalón y los boxers y entré en la gran tina caliente, dejé que se llenara por completo con migo ya adentro y cerré el grifo. Tomé aire y me sumergí por completo, de inmediato recordé el momento en que el tráiler impactó contra nosotros, el auto destrozado y las noticias de que mi madre no lo había logrado, había muerto. Salí de abajo del agua y respiré profundamente dos veces antes de abrir los ojos, los froté para acostumbrarme a la imagen, apoyé la cabeza con el borde de la tina mirando al techo, había mucho silencio que hasta podía escuchar mis latidos, eran acelerados. De pronto sonó mi teléfono, agradezco que lo puse a mi lado, fuera de la tina antes de entrar aquí, porque no tenía fuerzas para ponerme en pie y recogerlo. Vi en la pantalla “Cameron”

-Hola Cam –respondí sin nada de ánimos-.

-Bro… ¿Cómo estás?

-¿Y cómo crees? –Dije con el mismo todo de voz-.

-No te sientas así… -intentó ser comprensivo-.

-¿Así? ¿Así cómo? ¿Cómo quieres que me sienta? ¿Bien? No lo creo ¿después de haber matado a mi propia madre? –Eso no sonó como lo esperaba realmente-. Esto es mi culpa.

-Bro, no pido que te sientas bien, solo que no te culpes de esto, pasó por algo, y no fue por tu culpa, todo pasa por alguna razón. –Suspiré pero no respondí-. Bro, ven a mi casa, despeja tu mente, juguemos Play Station y comamos pizza, ven, ya se nos ocurrirá algo.

Its Just A GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora