BB | ❝ Rachel, está broma esta pasada de moda. ❞
𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Rachel esta embarazada de su novio.
or.
𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Joey, cree que el embarazo de su novia es un broma.
→ fuckgUrl, 2020.
→ joey birlem x rachel maloley.
→ publ...
Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
ERAN LAS 5:30 DE LA TARDE CUANDO EL SOL DESCENDIÓ, dejando la piscina de la vivienda Birlem despejada de sol, así que Rachel y Joey decidieron dar un chapuzón.
Eran contadas las veces que entraban a la piscina, normalmente no tenían tiempo para ello, pero ahora tenían todo el día libre y querían divertirse, con esto del bebé y del embarazo habían tenido muy poco tiempo de convivencia como pareja.
— Pero Rach, la piscina no tiene escalones—le dice Joey con una mueca, cuando Rachel quiso entrar primero.
— Habrá que mandar a poner para que el bebé y Kashius pueden entrar y salir de manera segura—le dice a su novio, quién asintió, anotandolo en las notas del celular.
— Deja entro primero yo y después te ayudo a entrar—le dice Joey, acercando una de las sillas que tenían bajo las sombrillas en el jardín—. Siéntate aquí para que sea más fácil sentarte en el suelo.
— Si, mi amor.
Joey brinco a la piscina, salpicando a Rachel y sus alrededores en el proceso. La silla, o amaca de plástico blanca estaba algo baja, así que con cuidado, Rachel se inclino hacia atrás, dejando una de sus manos en donde iría su trasero y fue bajando poco a poco. Si se caía, podría causarle gran daño a su cuerpo o al bebé, lo menos que quería era un accidente.
— ¿Estás lista?—le pregunta Joey, acercándose a la orilla.
— No me presiones—le dice entre dientes, sin poder sentarse del todo bien.
— Lo siento, tómate tu tiempo.
En otro momento, Joey se hubiera burlado; ver a Rachel enojada le era muy divertido. Pero ahora, embarazada, se alteraba de más y era imposible calmarla, así que prefería tenerla de buen humor siempre.
— Ya.
Joey le sonrió cuando la vio sentada con las piernas a cada lado de la silla, resaltando notoriamente su barriga.
— Deja te tomo una foto porque te ves jodidamente sexy justo ahora—le dice, tomando su teléfono de la orilla de la piscina.
— No soy sexy, parezco ballena—se lamenta, con un puchero—. Estoy hecha una casa.
— Pues para mí eres sexy—defiende, sonriéndole—. Incluso si estás llenita.
— Yo no se que hice para merecerte, de verdad—hace su puchero más grande, y aguada sus ojos—. No me dejes.
— Oh, mi amor—murmura, saliendo de la piscina, abrazándola por los hombros—. Yo no te voy a dejar jamás. Primero me cortó el pipi.
