Luego de la llegada de Laura, y que hicieran entrar en razón a Logan, todo parecía ir de maravilla, incluso la niña; que se mostraba sería la mayor parte del tiempo, empezó a tener mucha simpatía con Peter Maximoff, incluso jugaban todo el tiempo que se les fuera posible. Por esta razón, el velocista había tenido la idea de organizar como un pequeño día campo para que Erik y Logan hicieran las paces, la pequeña —a la que estaba empezando a considerar una hija—también iría, era la mejor idea que se le pudo haber ocurrido.
—Es la peor idea que se te ha ocurrido —comentó Kurt.
—Es una genialidad, solo que no lo notas —puso refrescos en envases de plástico para evitar que su padre pudiera atacar a su novio.
—Es que encima no le dijiste a ninguno de los dos que él otro iría —el otro lo ignoraba—, pobre Laura, cuando ellos se vean, se quedará sin padre.
—Eres un exagerado —expresó no muy convencido—, todo saldrá genial.
—Es que ya me vi en un funeral, además esta eso de que el doctor Strange no volverá a usar sus poderes de revivir personas —se frotó el puente de la nariz frustrado.
En eso Warren entra a la cocina poniendo un brazo encima de sus hombros y dándole un beso en la cabeza.
—Hola mi amor —saludo con cariño y Kurt alzó la cara para darle un beso—, hola tú, ser que, no entiendo porque, es el mejor amigo de mi novio —expreso con hastió hacia Peter.
—Tú también me caes muy bien —comentó con sarcasmo.
—A eso me refería, esto es justo lo que va a pasar con Logan y tú padre —dijo señalándolos a ambos.
—Es un riesgo que estoy dispuesto a cometer —confesó sosteniendo la canasta y saliendo de la cocina.
El de cabello patinado se dirigió al patio trasero de la mansión y preparo todo lo necesario para el picnic, mientras terminaba de asegurar de que no hubiera puesto nada de metal, llegó su padre.
—Aquí estoy Pet —anunció Erik—, espero no llegar tarde.
—Para nada pa', estas justo a tiempo.
—Admito que me sorprendió mucho tu invita...—no termino de hablar porque se quedó viendo por encima del hombro.
Quicksilver volteo hacia dónde estaba viendo su padre, era Logan que venía de la mano de Laura mientras ella comía un helado.
—Logan —saludo Erik.
—Erik —saludo Wolverin.
—Logan —dijo Peter.
—Peter —saludo Logan.
La tensión que rodeo el saludo colectivo se sentía tan densa, que incómodo fácilmente casi a todos los presentes.
—Si se van a matar ¿Me puedo ir? —preguntó Laura con simpleza.
—Claro que no sucederá eso pulga —le dijo Peter—, espero que no —advirtió a los mayores que aún se seguían mirando con odio.
Los cuatro se sentaron al rededor de la comida, y empezaron a repartirse lo que había allí, hablaron de cosas simples por varios minutos pero sin llegar al objetivo principal de Peter que era que su padre y su novio empezarán a llevarse bien.
—¿Tú eres mi abuelo? —pregunto la menor mientras comía su manzana.
—¿Qué? —preguntó confundido Magneto.
—Es que mi papá me dijo que él es su novio —señalando al de cabello platinado—, también me dijo que tú eres su amargado padre, por lo tanto eso significa que eres mi abuelo ¿No? —concluyó con inocencia.
El antiguo villano se quedó un poco descolocado, ya que, con todas las desgracias que le habían pasado a lo largo de su vida, llegó a creer que jamás tendría un nieto, y lo que le había dicho la niña lo hizo sentir extrañamente feliz.
—Supongo que si —le respondió con una sonrisa.
—Cool —dijo la niña y se puso unos lentes de sol.
—Tú le enseñaste eso ¿Verdad Peter? —preguntó divertido Wolverin.
—Tsss, obvio que si —confesó Peter—, esta pulga tiene que saber lo bueno —dijo revolviendo su cabello.
—No me despeines o clavare mis garras en tus manos —todos la miraron sorprendidos.
—Fue Rogue —dijeron todos a la vez.
Esta vez hablaron de manera más animada, incluso contando algunas anécdotas y chistes, pasando así una tarde muy agradable.
—Pulga ¿Quieres que te lleve corriendo por todo el campo? —pregunto el velocista a Laura y esta asintió emocionada.
Mientras ellos jugaban felices, Logan y Erik se dedicaban a verlos con una sonrisa.
—Podría matarte tan fácilmente ahora —comentó Magneto—, pero parece que gracias a ti mi hijo es feliz.
—Amo a Peter, incluso tanto como para tratar de alejarme de él por creer que estaría a salvo así.
—Él es mi hijo, tampoco quiero que le pase nada malo y que tenga la felicidad que yo no pude tener, si tú eres parte de eso, está bien; solo quiero advertirte que nunca le hagas daño.
—Jamás, el es vida —miró a Peter y Laura—, él y mi hija ahora son parte de ella.
—Nunca seremos amigos —aseguró—, pero por la felicidad de todos quiero hacer una tregua para llevarnos bien —dijo extendiendo la mano.
—Tregua —repitió tomando la mano y dando un saludo.
Al parecer la idea del picnic no había sido tan mala después de todo.
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Me inspire en una historia de la vida real para este capítulo.
Mi abuelita (que en paz descanse) tampoco quería a mi papá pero gracias a esa cosa horrorosa que llamo hermana, termino aceptandolo, hasta se convirtió en el yerno favorito.
2/3 de la última maratón
Bueno, eso es todo por el capítulo de hoy, nos leemos en la próxima 😉
