Entre mares y tierras

Pero yo sabía bien qué era lo que quería

-maldición! - exclamo golpeando aquella pared -juro que si me engañas tonto dobe te lo hare pagar caro- gruño, su rostro se había cambiado a una mueca seria mientras que sus manos se mantenían en puños firmes, de cierta manera reconoció que Itachi tenía razón -tks, soy un idiota- se dijo a si mismo bufando.

-Deidara, te juro que no tienes de que preocuparte, Gaara a entendido que yo estoy comprometido con Sasuke, no insistirá más- dijo suave mientras le veía, habían salido ha hacer las compras de la semana.

-aun así, Kiba a estado extraño, ya debió a ver notado algo y seguro lo ha reportado, por tu bien, aléjate de tu ex – dijo suave mientras veía los pescados -mierda quiero uno frito- murmuro.

-pues compremos y hagamos esto hoy, debes comer todo lo que se te antoje, sabes..., cuando estaba en espera de Shinki no tenia ni siquiera para leche- murmuro nostálgico -fue difícil-

-entiendo, la verdad ..., desde que Itachi se entero de mi estado nada me ha faltado- confeso -de echo, nunca me falto nada, de donde vengo pues es un pueblito chiquito pero el siempre que iba a verme me llevaba de todo para mí y mi familia-

-y por que si te trataba tan bien no formalizaron desde antes? -

-allá, él nunca fue querido, los piratas son odiados por todo lo que hacen, roba, se llevan donceles, mujeres aunque la mayor parte de las veces esos secuestros son consentidos por la victima y mis padres, a pesar de disfrutar de todo lo que el nos daba, me prohibieron ese tipo de relación con él- confeso -les importaba mas el que diria de la gente de ellos asi que cuando les confese mis sentimientos se negaron y se movieron para poder conseguirme un pretendiente digno, aunque les funciono, llegue a sentir mas que amistad por aquel chico-

-entiendo- susurro mirando aquellos pescados eligiendo los mejores para pagar, después de todo Sasuke le había dejado un buen dinero para el tiempo que él no estuviera sin contar que le prohibió trabajar pues no le quería cerca de Shikamaru, a pesar de que discutieron por ello poco pudo hacer mas que dar las gracias a la familia Yamanaka.

-vamos tengo todo lo necesario- dijo sonriendo suave, no queria forzar a Deidara ha hablar de cosas que lo hicieran ponerse triste.

-Gaara debemos volver dentro de poco a casa, tu mujer espera tu regreso, es mejor que te des por vencido con ese doncel, ya sabes todo lo necesario, es prometido de un Uchiha, ellos no perdonan cuando te metes con lo suyo, recuerda lo que le paso al primo de Karin, a Sasori, lo mataron por meterse con el novio de Uchiha Itachi, es mejor marcharnos ya-

-Nunca te había escuchado tan insistente, Nenji, ¿qué sucede? - interrogo curioso mientras veía su periódico -que te preocupa en verdad?, ahora que se que ese niño es mi hijo no lo dejare-

-como que ese niño es tu hijo?, Gaara, ¿qué mierda piensas? -

-lo llevare conmigo, Naruto deberá venir conmigo si quiere estar cerca de mi hijo-

-Gaara por favor!, no me salgas con esas tonterías, ¿qué?, ¿harás vivir a tu esposa con tu ex y su hijo? -

-Sakura no tiene por qué saberlo- dijo firme

-pues se necesita que ella sea muy estúpida como para que no se de cuenta y para tu suerte, ella no lo es, ahora, necesito que te centres-

-no puedo irme sin el Nenji!, entiende carajo, ¡Naruto es solo mío! –

Una semana mas paso, una semana en suma calma cuando Kiba ingreso sin tocar