Yo no estaba preparado para el encuentro todavía pero antes sería mejor. Mi cabeza no paraba mucho mientras tanto, sostenerlo un poco más sólo sería distracción para mí.

La mañana del domingo, junté mi equipo, tomé un liviano desayuno y partí a hacer las fotos. Estaba un poco nervioso porque no sabía cómo debería actuar alrededor. Por naturaleza yo era torpe, cuando me sentía bajo presión lo era el doble.

No ayudó, para nada, que a una cuadra de llegar me encontrara con Tiziano. Quiero decir, yo estaba frecuentando ese lugar desde hacía más de un año y de pronto, justo ese día él aparecía en mi camino. Definitivamente el universo también me odiaba.

Tiziano se veía guapo y elegante. Él me contó, mientras caminábamos, que ya estaba trabajando en el hospital y que era oficialmente un médico. Estaba contento, se lo veía bien, y me dijo que se había mudado. Él en realidad sólo estaba de paso por el lugar, pero ya no vivía más donde yo lo conocí. Sonrió grande cuando dijo que estaba viviendo con Josh y que las cosas iban bastante bien.

Dijo que no eran perfectas porque ambos eran muy especiales, pero que lo estaban haciendo bien y eran felices. Otra vez esa palabra. Yo... en serio me sentí bien por escuchar que estaba mejor. Hacía algún tiempo lo había encontrado en un estado miserable, en serio me había preocupado, pero aparentemente se había recuperado y lo había hecho bastante bien.

Me dijo que iba a ser tío. Me sorprendí bastante porque yo no veía a su hermano, Lucas, como alguien que quería tener niños, pero dijo que él y su novia, la hija de la dueña de la vecindad y con la que había querido emparejarme en algún momento, estaban esperando un niño. Antes de despedirse dijo que empezaría a especializarse en pediatría ahora más que nunca y me hizo prometer, que si yo tenía niños alguna vez, él sería el médico de cabecera.

Me reí fuerte dándole un movimiento de cabeza y me abstuve de decirle que no me gustaban los niños. Cuando me despedí e ingresé me encontré con la mirada divertida de Richard y una austera por parte de Polo.

—Lamento la tardanza.

—¿Un amigo? —se apresuró a decir Richard.

—Algo así —respondí incómodo. Miré a Polo e intenté una sonrisa. —¿Empezamos? No quiero retrasarte.

—Claro.

Bueno, yo estaba intentando actuar normal y aparentemente él también, aunque hubiera una incomodidad patente en el aire.

Fuimos directamente al área de producción donde ya no había nadie y comencé a preparar todo. Polo era alguien bastante hablador, pero ese día no lo estaba. Esperó paciente hasta que yo tuviera mi cámara preparada y luego me dio el visto bueno para comenzar.

Polo intentó una conversación, pero no lo dejé continuar y él pareció molestarse. Dejó claro que quería terminar eso lo más rápido posible y cuando le dije que todavía faltaba las fotos de las masas acabada me avisó que iría por un cigarrillo. Aproveché ese tiempo para revisar las fotos y para cuando volvió se acercó para ver lo que hacía.

No había que ser un fotógrafo profesional para tener buenas tomas. El tipo era guapo y no tenía que siquiera esforzarse en salir bien, yo ni siquiera tenía que hacer tantos retoques, estaban excelentes. Mi trabajo tendría una excelente nota.

—¿Me dejarás tener una para darme a mi madre? —consultó acomodándose más cerca, se encontraba más relajado. Dejó su mentón en mi hombro y acercó sus labios a mi oído en un gesto completamente seductor. Intenté mostrarme indiferente pero no me fue posible.

—Claro —suspiré intentando poner distancia porque mi cuerpo me estaba traicionando y no tenía nada que ver con el alcohol. Polo puso sus manos en mi cintura y acercó su rosto un poco más al mío. —Polo...

—¿Mmm?

—Estamos trabajando —le recordé cuando él llevó su nariz atrás de mi oreja para aspirar con suavidad. Mi estómago se sentía pesado y mi boca seca. Él no podía provocar eso en mí con solo un movimiento. Era injusto.

—No —dijo de mala gana. —Tú me estás ignorando y no me gusta ¿Cocinas algo para mí después? Invítame a tu casa ¿Quieres?

—No sé cocinar decentemente —me excusé. No quería tenerlo en mi casa, no después de lo que había pasado y de lo que estaba haciéndome sentir.

—No me importa realmente —dijo antes de dejar un beso y retirarse a vigilar el horno.

Respiré un par de veces y decidí hablar.

—Estoy bastante avergonzando por lo que pasó esa noche Polo. Yo... sólo no sé cómo actuar ahora.

Polo sonrió antes de regresar para poder acariciar mis mejillas. Mis manos temblaban y sentía mi piel caliente, pero me negaba a mirarlo.

—Normal Ian, —aseguró tranquilo —no pasa nada.

—En serio no invito a gente al azar —aseguré con voz temblorosa. Yo tenía muchos defectos, pero invitar a personas en la primera cita a tener sexo conmigo no era uno de esos. —Mis relaciones no son así. Pero estaba borracho y tú besas bien, no sé... quería quedarme un poco más contigo.

—Oye, te creo, en serio —me interrumpió acariciando mi brazo. Tomé un par de respiraciones antes de mirarlo. Él tenía una sonrisa tranquila en sus ojos. —Sólo, no lo hagamos incómodo ¿Sí? cocíname algo hoy, relajémonos.

—Bien. Pero tenemos que terminar esto antes.

Esa tarde fuimos a mi casa cociné para él y le dije lo que había sentido esa noche. Polo pareció sorprendido y se excusó diciendo que estaba nervioso porque era la primera vez besando a un hombre. Pero yo no estaba tan seguro... sentía que él estaba forzando, innecesariamente, algo que no tendría mucho futuro. Sin embargo, Polo volvió a besarme ese día, pero fue diferente. Él... él era más salvaje y a mí realmente me gustó aquella parte de él.

Dijo que estaba intentando ser amable y por eso había actuado raro y eso sonó un poco más creíble que lo anterior, me lo demostró luego cuando deposito un fogoso y desenfrenado beso en mis labios, cuando me presionó con más fuerza contra la mesada y cuando dejó algunos mordiscos en mi cuello. Yo no era una persona que disfrutara particularmente del dolor, pero la forma suave y brusca en la que Polo lo hacía era realmente excitante.

Luego de eso todo fue menos incómodo. Pudimos almorzar, e incluso él se quedó un poco más. Pero luego recibió la llamada de su ex. Se podía oír la voz cantarina de la muchacha a pesar de que no se entendía lo que estaba diciendo.

Yo intenté, con mucha fuerza que aquello no me molestara, pero no pude evitarlo. Oía a Polo con claridad, él estaba siendo bastante grosero, pero había una nota de ternura y amor en su voz. Él aún estaba enamorado de ella, y a decir por el enojo que expresaba cada vez que hablábamos de nuestros exs, era claro que aún no la superaba.

No tenía claro hacía cuánto ellos habían terminado, pero parecía que había sido hacía bastante, entonces yo no entendía porqué ellos aún seguían en contacto.

En cuanto terminó la llamada comenzó a tomar sus cosas e informó que se iría. Polo no dijo que iría con ella, dijo simplemente que visitaría a sus abuelos como parte de alguna tradición familiar... no es como si él debiera mentirme, pero en algún momento pensé que había sido así y que él, en realidad, iría a ver a la muchacha.

Quise no enojarme, pero no pude e intenté ignorarlo cuando él comenzaba a marcharse y tampoco lo conseguí. Me acerqué a él y fui por un beso de despedida. No pensé que sería tan alocado y fogoso, pero lo fue y me gustó, me gustó quizás más de lo que debería haberlo hecho. 









N/A: Estos son los que habían quedado pendientes de ayer!!

Espero que les gusten <3 

Les deseo una muy buena semana!


AtemporalWhere stories live. Discover now