Capitulo 23: Una "cita". Las visitas al hospital.

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La idea que se me ocurrió fue la siguiente

⁃    ¿Este sapo tiene afinidad de agua? En vez de que tire aceite, puede tirar agua, así lo mezclo con mi chakra elemento viento -dije pensando en la técnica que me había dicho el capitán Anbu, a Jiraiya se le iluminó el rostro

    ⁃    Hayami, eres una genio, vamos a intentarlo, dijo palmeando al sapo, este sapo no hablaba, pero entendía todo, solo asintió

Probamos dos veces, en la tercera salió un chorro se agua pulverizante que mezclado con mi elemento viento sirvió para cortar varios árboles

    ⁃    ¡Genial Hayami! -dijo el viejo

    ⁃    ¡Si! -dije festejando y abrazando al sapo, deshice el jutsu

    ⁃    Es hora de dormir -me dijo, asentí

    ⁃    Abuelo, creo que deberías de entrenar mas a Naruto, o al menos por los días, y a las noches vendré para pulir mis habilidades -le dije para que Naruto no vea tanto como a mi me salían las cosas y a el no, no quería que se sienta mal...

    ⁃    Estuve pensando en lo mismo, no queremos que Naruto se sienta mal -decía poniendo su mano en mi cabeza, empezamos a caminar de vuelta, camino al departamento hablamos de mis padres.

Eso no podía hacerlo enfrente a Naruto, Jiraiya-sama no quería que se entere todavía que el entrenó al cuarto Hokage y tampoco quería decirle quién era su padre todavía.

Estaba de acuerdo, yo pensé lo mismo.

¿Saben por qué?

Porque es un peso increíblemente grande en los hombros, ser hijos del cuarto Hokage, un hombre que fue reconocido y temido por varias aldeas, ¿seremos suficientes para ser sus hijos? ¿Tenemos el derecho de serlo?

Son varias preguntas que a veces no me dejan dormir, me esfuerzo mucho todos los días para igualarlo a el y a mi madre.

Si bien no los recuerdo mucho, y atesoro lo que recuerdo de mi corta infancia con ellos, necesito rendirles ese homenaje.

Necesito cuidar a Naruto, protegerlo y enseñarle las cosas para que no cometa estupideces.

Paso otro día mas...

Al día siguiente tenía una misión en la Aldea, era ayudar a Iruka-Sensei a hacer demostraciones a los niños, ese día el tercero visitó la academia y dio un pequeño discurso a los niños.

Pasó volando el día hasta que fue de tarde, cuando salía de la academia me tope con cierto chico con un perro...

    ⁃    ¡Hayami! -me dijo corriendo hacia mi con una sonrisa feliz, vi como Akamaru estaba feliz también, miré a Gina en mi hombro que me miraba riendo

    ⁃    Ese chico... -decía Gina, Kiba llegó junto nosotras

    ⁃    ¡Me debes algo! -me dijo Kiba sonriendo y apuntandose con su pulgar, Akamaru ladró

    ⁃    Hmmm, no que yo recuerde -dije riendo, el hizo una caída tipo anime y volvió en si, empecé a reír mas

    ⁃    ¡Es broma, es broma! Vamos a comer -dije agarrándolo del brazo, el se sonrojó un poco pero trató de ocultarlo, le sonreí para darle un poco mas de comodidad, por lo visto era un poco verguenzudo, cada vez que hacía eso el se sonrojaba

    ⁃    ¿Que quieres comer? -me pregunta, pensé, en realidad me vendría bien barbacoa

    ⁃    Vamos al bbq -le dije, el asintió, Gina maulló y Akamaru ladró, al entrar nos sentamos y ordenamos algunas costillitas, las mascotas se sentaron a nuestros lados respectivos, yo estaba sentada con las piernas cruzadas y mi mano encima de mi barbilla estaba mirando que mas había en el menú

Relatos de una Ninja Intrépida - ¡Hayami Uzumaki!Место, где живут истории. Откройте их для себя