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Notita; juntaré las dos líneas temporales en un mismo cap

P R E S E N T E

—¡Dai! —habló la voz de Shura, sacándonos un susto a mí y a Yukio, separándonos en un santiamén, totalmente sonrojados—. Pero, vaya, vaya...

—¿Para qué me necesitas? —exclamé, poniéndome de pie, cubriendo un tanto a Yukio detrás mío

—Es verdad, tengo algo que hablar contigo

La miré confundida.

—¿Es algo que ver con el Vaticano o la orden? —pregunté intrigada, buscando hacer memoria, sí teníamos algún tema sin zanjar, cosa que solía ser bastante raro

Sin embargo, Shura negó. Indicándome con su mano que era un asunto privado.

—¿Podría esperar? Estoy ocupada —argumenté, señalando con la mirada a Yukio.

—Es por eso mi urgencia, se trata de ambos

Yukio se sentó recto en aquel sillón, mirándola.

—Entonces, dinos a ambos —pedí

Volvió a negar. Mientras cerraba sus ojos.

—Creo que te compete a ti, sí después quieres platicarlo con Yukio, no tendré problema

Miré a Yukio, quién asintió con la mirada, mientras caminaba hacía Shura, aunque, regresé a depositar un beso en su coronilla.

—Hablaremos más tarde, lo prometo. Por ahora, ojos bonitos, ve a dormir

Shura carraspeo por lo bajo, con una risita. Mientras la seguía.

—Creo que es hora de que te cuente por qué Mephisto no te quiere cerca de Yukio

—¿Qué? ¿Tú... tú sabes el por qué? —pregunté anonada, mientras ella respondía con un ligero movimiento de cabeza, asintiendo

—Sé que quieres a cuatro ojos, lo apreció, por eso te lo diré, porque el payaso jamás lo hará

¿Qué está pasando?

—No te estoy entendiendo Shura

—Lo harás cuando te lo diga, bien sabes que Mephisto te ha criado desde que eras pequeña, porque tus padres murieron en la noche azul, cuando Rin y Yukio nacieron... —alcanzó a mirarme de reojo

P A S A DO

—¡Rápido Lilibet! —exclamó el pelimorado— Debes huir

—No, no lo haré. Yuri es mi amiga y no pienso dejar que la orden la asesine

—¡Joder Lili! —volvió a exclamar exasperado el pelimorado— Piensa en tu hija

—No va a pasarme nada, te lo prometo—sonrió la castaña clara, a su buen amigo— Además debo ir a buscar a Ken, hace un rato que salió hacía allá

—Pero Lili —sostuvo su brazo, queriendo aferrarla a él, lo sabía, Satán no iba a tener piedad si de sus hijos se trataba

—Pero nada Mephi, estas muy paranoico, anda, suéltame, estaré con Yuri

—Dime que no estás con Shiro para liberarla —preguntó, preocupado

—Tal vez —se aflojó de su agarre— Igual, a ti no te importa, ahora si me permites

—Lili, por favor, no —alcanzó su muñeca—. Tú sabes bien por qué te lo digo

—Sé que me quieres, lastimosamente, amo a Ken, con quien tengo a Dai, ya te dije que no puedo corresponder tus sentimientos más que con una amistad. Entiendo que te preocupes, así como lo haces conmigo, lo hago con Yuri, no te pido que estés de nuestro lado, pero sí que respetes mis decisiones, por favor, Samael —espetó la castaña, soltándose del agarre y corriendo a la sala donde se supone su amiga estaba en labor de parto

Mephisto, solo pudo maldecirse internamente mientras caminaba tras aquella humana que le confundía.

El equipo que el vaticano había designado para llevar a cabo el exorcismo, una vez la barrera de cuna se rompiera, estaba preparado, esperando por el exorcismo y la muerte del par de gemelos.

Lilibet se encontraba a una distancia prudente de su amiga, quién estaba dando lo mejor de sí para traer a sus pequeños al mundo.

—Vamos Yuri, lo estás haciendo bien —susurro su amiga, acercándose a ella, Yuri le dirigió una mirada cansada, mientras el primer pequeño salía de su progenitora

Lilibet se acercó a limpiar con cuidado a su amiga, mientras le ayudaba a prepararse para el siguiente que vendría.

—No puedo Lili —susurro la pelinegra, al borde de un colapso

—Claro que puedes, respira y cuenta conmigo —susurró, limpiando su frente una vez más

Y una vez más, el ejercicio se repitió, Yuri pujaba por traer a la vida a su segundo hijo. Mientras el primero, estaba en un intento por ser atrapado.

Una vez, ambos niños traídos, Lilibet se encargó de acunarles, mientras que el equipo a cargo del exorcismo y asesinato entraba en discusión.

—No puedo permitir que le hagan eso a sus hijos —espetó Shiro, desconcertando a la sala entera— Yuri, ¿puedes ponerte de pie?

Lilibet, le extendió al par, mientras la ayudaba. Su esposo, le hacía segunda, cuidando la espalda de Shiro. Ambos eran una pareja poderosa dentro del ámbito Aria y Tamer, cosa que usaron para que sus amigos pudieran huir.

Sabían que ello era traición a la orden, pero ¿cómo podrían negarse cuándo ellos tenían una niña hermosa en casa?

—Lilibet y Ken —exclamó una mujer de edad avanzada, qué era un miembro importante en el Vaticano— No puedo creerlo, dejaron ir a Egin

—No tenemos por qué juzgarla —defendió Lilibet

—Eso lo sé, pero tampoco podemos jugar con el destino del mundo, que los engendros de Satán estén fuera, solo nos vuelve más débiles ante Gehenna

Ken miro con terror a Lilibet, quién preocupada lo tomó en brazos. Una llama azul tomó posesión de su cuerpo.

—¡Lilibet! —gritó Mephisto, intentando advertirla, sin embargo, su cuerpo estaba ardiendo en flamas azules, como su esposo

—¡Cuida de ella! —intentó articular, antes de que la gruesa voz de Satán reclamará por Yuri

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Ola kpd, ya ando aclarando xq Dai y Yukio no pueden andar juntos según el Mephi, sale bais. Ayer actualicé por weona, en lugar de hoy, pero la semanal es de viernes, tons, aki esta, sale ahora zy, bai

-Seok


ʙʟᴜᴇ ғʟᴀᴍᴇs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀ [FINALIZADA]On viuen les histories. Descobreix ara