ʙʟᴜᴇ ғʟᴀᴍᴇs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀ [FINALIZADA]

014

P R E S E N T E

Al otro día, ambos nos perdimos el uno del otro, había algunas misiones que atender, y no fue posible vernos en todo lo que restó de día.

Sabía bien que retar a mi padre, no iba a ser algo sencillo, pero estaba dispuesta a intentarlo. Cansada me recosté para quedarme dormida.

—Despierta Dai —murmuro mi padre—. Tengo un pequeño favor que pedirte, al menos por tres días

—¿Ah? —murmuré somnolienta—. ¿Qué es?

—Suplirás a un profesor, surgió un contratiempo y necesito que cubras su clase

—¿Qué? —pregunté, aún sin abrir los ojos por completo—. ¿Qué tramas?

—Esto no tiene nada que ver con lo que trame o no. ¿Puedes cubrirlo?

—Bien, ya salgo para allá —digo para ponerme en pie, salgo de la cama para irme a dar una ducha rápida.

Una vez en la mesa, me pone al tanto de lo que va el curso y las clases que deberé cubrir, al parecer las planeaciones del curso ya estaban solo debía impartirlas.

Entré a aquella vieja academia, mirando con atención los muros, recordando algunas anécdotas graciosas en ella, así como algunas tristes.

—¿Dai?

—Oh... hola Yukio —volteé a verlo, sonriendo

—¿Qué haces aquí?

—Cubriré alguno de los profesores. Debido a mi grado y especialidades, puedo hacerme cargo de ello —respondí, encogiendome de hombros

—Lo harás bien, tranquila. Por cierto, ¿podríamos hablar después de clases?

—Claro, justo también quiero hablar contigo —sonreí—. Te veo después

—Nos vemos

Caminé un par de pasos, para después regresar a besar su mejilla rápidamente.

—Te quiero ojos bonitos —grité, seguido de entrar al salón de clase

Él solo me regresó la sonrisa de nuevo.

...

El día había terminado, estaba exhausta, pues los estudiantes eran todo, menos serios en sus deberes. Eso sin mencionar que también estaba cubriendo mis clases finales en la Academia.

Estaba en los dormitorios de chicos, cuando le envié un mensaje de texto a Yukio.

Me;
Estoy aquí c:

Ojos bonitos;
Ya bajo

Un par de minutos después, el estaba frente a mí.

—Pasa Dai —sonrió, haciendo un ademán indicando que entrara, así que lo hice

—Gracias —articulé—, es un bonito lugar —mencione, viendo el interior del edificio