X. Nuevo viaje

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Wooseok observo el medallón por quizá, millonésima vez. Era cierto que no lo comprendía, no sabía entender sus cambios de tonalidad, ni qué significaba el hecho de que las nebulosas se movieran como ahora lo estaban haciendo.

Neptuno le dijo que cada número lo llevaba a un universo distinto, que el X era el suyo, el XII en el que se encontraba y el I aquel al que viajo anoche. De pronto se le ocurrió que, si viajaba a cada uno de los universos, acabaría aprendiendo sobre el funcionamiento de esa especie de máquina que lo hacía caminar en líneas paralelas.

Si Kim Wooseok, veía más allá de lo que los humanos normales hacían, a lo mejor seria capaz de descubrir una solución a esa locura, hacer que Eunsang dejara de molestarlo y que Hangyul no fuera un peligro.

—¿Seok? —Seungyoun, con las manos llenas de agua y jabón, le tendió un plato que acaba de lavar. El castaño lo tomo apenado y le paso la toalla para secarlo. Casi olvidaba que estaban lavando los trastes de la cena —Estás muy pensativo.

—Eh, sí... Creo que sí.

Se quedaron otro rato en silencio. El mayor movió los labios como si quisiera decirle otra cosa, pero al final solo soltó un suspiro, asintió y regresó a fregar lo que faltaba.

A Wooseok no le gustaba esa incomodidad que se alzaba entre ellos. Seungyoun era el único ser humano en el que confiaba ahora mismo.

—Youn...

—¿Uhm?

—Yo... Siento mucho haberte gritado en la floristería esta mañana, antes de que llegara Nep... Hangyul. Creo que me sentía muy estresado porque no podía recordar ciertas cosas. Me da miedo fallarte y que creas que soy un inútil.

Seungyoun dejó debajo del agua el vaso que enjabonaba, se giró hacia el y le apartó un mechón de la frente.

—Yo nunca creería eso. Quiero que me tengas confianza. Quiero que sepas que puedes contar conmigo y que no debes ocultarme nada. Por favor, tengamos la misma comunicación de antes. Detesto pelear.

Lo tomó de la cintura y a Seok no le importó que tuviera las manos mojadas. Enredo sus brazos en su cuello, sonrió y asintió.

—Okay. De ahora en adelante te lo contaré todo.

El castaño anhelaba poder cumplir eso, y lo hubiera hecho de no saber que existían ciertas cosas inexplicables, imposibles de contar.

******

Ahora, igual que la madrugada anterior, se hallaba despierto escuchando los leves ronquidos de Seungyoun. No es que estuviera atravesando una crisis de insomnio, sino que ahora mismo aguardaba el momento correcto.

Le dio un beso a Seungyoun luego de asegurarse de que estuviera profundamente dormido y, sigilosamente, se levanto de la cama. El pelinegro dijo algo entre sueños, pero se dio la media vuelta y siguió durmiendo.

Por alguna razón que todavía no comprendía, Wooseok quería estar a solas para hacer este experimento.

Cuando viajo al primer universo no fue el quien lo controló, aquello simplemente ocurrió. Pero ahora pensaba provocar el viaje y no sabía qué consecuencias podría traerle eso. Esperaba que ninguna.

Se encerró en el baño de la habitación y se sentó sobre la tapa del váter. Cerro los ojos, se relajo lo mejor posible, y de forma manual, cambió el indicador del medallón al número II.

Durante varios segundos no abrió los ojos, sin importar que tan extraño se sintió. Su cuerpo se quedó detrás. Era el, su mente, su alma quizá, lo que viajó.

Love Dimension - [SeungSeok]Where stories live. Discover now