Primer verso.

201 33 4
                                    

Tu, coleccionista de canciones
Dame razones
Para vivir

Esa mañana desperté con el sonido de tu violín, inundando el apartamento. Era una canción llena de melancolía.

Habías estado actuando extraño desde hace un par de meses, evitándome. Pero ya no más, este día iba a enfrentarte. No puede ser que pasemos de ser amigos a simplemente desconocidos por un capricho tuyo que se te habrá cruzado en la cabeza. Te extrañaba.

Extrañaba al Sherlock de antes, ese que me usaba de calavera para compartir sus pensamientos y deducciones.

Bajé las escaleras de mi cuarto, y te vi enfrentado a la ventana, escribiendo en una hoja de composición lo que eran probablemente las notas de la canción.

"Sherlock, háblame por favor", te diste vuelta y te sentaste en tu sillón. "¿De que hay que hablar?", respondiste con curiosidad. "Sobre como me ignoras, me haces a un lado, ya ni siquiera me pides que salga contigo a resolver casos. ¿Hay algo de lo que quieras hablar?, ¿Es por La Mujer?, puedes confiarme cualquier cosa, lo sabes".

Te reíste, "John, si tan solo supieras; huirías de este departamento en tres segundos".

"Dímelo".

"John... me enamoré de ti", pausaste, "Y simplemente tengo miedo, tengo miedo de admitirlo, tengo miedo de que no me correspondas, tengo miedo de que esto que hemos construido se termine aquí; pero también, por primera vez he dejado de fumar, me siento vivo, mucho más que antes", una lágrima se deslizó por tu cara. Era la primera vez que te veía llorar.

"Sherlock, no voy a huir a ninguna parte; me quedaré acá".

"¿Por qué?".

"Porque yo también te amo".

coleccionista de canciones; johnlockWhere stories live. Discover now