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Para qué mentir, ¡Mitsuba era muy malo aprendiendo! se distraía en cada momento con cualquier cosa a su alrededor y Amane estaba perdiendo la paciencia, que dios ampare al pobre Mitsuba, digo al pobre Amane.

— Sabes Mitsuba, creo que te daré los libros y trates de aprender por tu cuenta, yo estaré al lado tuyo trabajando, ¿bien?— Amane le sonrió de manera que haga que Mitsuba si o si intente aprender, por lo que si, eso fue lo que sucedió.

Mitsuba estaba aprendiendo de a poco pero mejor que antes, pero Amane tuvo que consentirlo mucho, le traía frutas para que comiera mientras aprendía, a veces jugaba con el y entre otras cosas.

Kou por otro lado, estaba cuidando de Mokke, se dio cuenta que Mokke era extremadamente fuerte así que decidió entrenarlo en el gimnasio del lugar, todos lo miraban raro con cara de "qué va a hacer este loco" ¡pero el no estaba loco! sólo quiere subir las capacidades de Mokke.

Kou se puso a entrenar sus brazos y Mokke lo imitaba, esto le pareció peligroso pero se dio cuenta de que Mokke si podía hacerlo incluso mejor que el, estaba tan feliz — crecen tan rápido... —

— dulces, dulces — esa fue la primera vez que han escuchado a Mokke hablar.

...

Yashiro fue llevada por su cuidador a la biblioteca, donde Tsukasa la dejó elegir cualquier libro que le sea de interés, haber si ella podría comprender el propio libro que ella eligió.

Ella empezó a pasearse de estante a estante buscando un libro, hasta que llegó a la zona de libros de terror, Tsukasa empezó a sonreír, esto sería interesante.

— Vaya Yashiro, ¡estos libros son muy buenos! te recomiendo leer este — Tsukasa le ofreció un libro llamado "Hanako-san del baño" ella lo miró se acercó y lo tomó, caminando a una mesita para niños.

En el libro habían imágenes de un espíritu llamado Hanako-san, es una leyenda urbana japonesa sobre el fantasma de una chica que habita en el 3er cubículo del baño de mujeres. Se sabe que es una aparición de dos posibilidades, un fantasma te puede conceder un deseo a cambio que le des algo que valga tu deseo o la muerte ahí mismo. Yashiro sonrió al ver la imagen del espíritu lo apuntó con su pequeño dedo y dijo — ¡Hanako-kun!— Tsukasa estaba un poco confundido, ¿kun? era "san" quiso corregirla pero ella siguió diciendo eso, cómo si hablara de alguien en especial.

— Tsukasa, ¿qué están haciendo? — justo en ese momento apareció Amane, Tsukasa lo miró y luego miró a Yashiro, Yashiro estaba saltando mirando a Amane y gritó — HANAKO-KUN — Amane quedó confundido y Tsukasa comprendió a qué se refería la pequeña, ella creía que Amane se llamaba Hanako, por lo parecidos que son en el libro, pero Tsukasa no entendió por qué a el no lo comparo con el espíritu del baño.

— Hanako-kun, a l  fin, se t u nom bre— dijo Yashiro, Amane no sabía si darle la razón o decirle que no se llama así, pero como la vio tan emocionada y feliz por descubrir su supuesto nombre, dejó que lo llamara así.

Tsukasa sólo se empezó a reír, Yashiro aprendía rápido y deducía imágenes, ya sabía decir frases más o menos largas y eso era ¡excelente!

Mitsuba estaba escuchando todo en los brazos de Amane, entonces el también dijo — hanako-kun..— Amane se estaba fastidiando pero divirtiéndose a la vez, Tsukasa sólo se reía y Yashiro se sentó de nuevo a leer el libro.

....

Yashiro raramente lloraba y esa era una de las raras ocasiones en las que lloraba, ella estaba enfurecida lanzando sus juguetes a todas partes, Tsukasa estaba alterado no podía calmarla de ninguna forma, se rindió cuando Yashiro le lanzó la papilla de manzana, se sintió traicionado.

Tsukasa puso una cara sin ninguna expresión, Yashiro la vio y se quedó callada al parecer se dio cuenta de su error. La pequeña Yashiro se puso de pie y corrió por la habitación tomando un pañuelo para limpiar el rostro de su cuidador.

— ksa, ksa lo sien to — Yashiro estiró las manitas en señal de que Tsukasa se agachara — te lim pia re  la cari ta— Tsukasa seguía un poco taimado, Yashiro le estaba limpiando torpemente la cara y al terminar entre comillas le dio un abrazo, empezó a repetir la palabra — lo sien to— también le daba golpecitos en la espalda en señal de consuelo.

¡Tsukasa se puso sentimental!

¡Baby nene! JSHK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora