Capítulo II

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Yesung se frotó los ojos sintiendo ya el cansancio de noches seguidas sin dormir temprano. El caso en el que estaba trabajando le consumía el tiempo, no es que se esté quejando ya que le gustaba lo que hacía, simplemente él también tenía límites. 

Su cliente era un chico tímido en el interior, pero reconocía el carácter y la valentía que le ponía en sus reuniones, saber que enfrentarse a tu agresor no siempre va bien con las víctimas. 

Estaba esperando el colapso emocional, pero este no llegaba y eso era para preocuparse. Decidiendo que las dos de la mañana era demasiado tarde para irse a dormir, apagó su computadora. Se estiró y se levantó de su escritorio. 

Se dirigió a su dormitorio, cuatro horas eran bienvenidas para dormir. Visualizó la silueta de su prometida bajo las sábanas y se metió tratando de no hacer mucho movimiento. 

Le dio la espalda y el sueño lo venció rápidamente. 

Su alarma sonó justo a las seis de la mañana. Sus ojos comenzaron a abrirse y cuando se dio cuenta del pequeño movimiento cerca de su entrepierna  abrió los ojos por completo para notar que su erección mañanera estaba recibiendo los buenos días. 

—Se me hará tarde si continúas —murmuró, pero sus caderas ya se estaban moviendo. 

—No podía simplemente ignorarlo —Lisa sonrió. Yesung acarició los suaves cabellos. 

Recordó cómo la conoció. Era la niña más popular de la escuela, la típica que tenía muchos amigos y él, el más nerd. 

Siempre pensó que lo que le ayudó a conquistarla fue haber hecho sus primeros trabajos en uno de los negocios de sus padres. Se sintió increíble tener su atención y luego su cariño. Al final, tenían cosas en común y su relación fluyó demasiado tranquila. No había celos, desconfianzas o falta de apoyo. Ambos eran maduros y ahora, a sus casi veintiocho años, eso no había cambiado. 

Cuando su cuerpo le avisó que estaba en el límite, atrajo a Lisa para besarla suavemente. Diez minutos más en la cama no le harían daño a nadie. 

Eran las ocho y media cuando Yesung bajó de su auto. Para ser un Lunes las calles habían estado demasiado tranquilas. No podía decir lo mismo para sus compañeros de trabajo. 

En el camino se cruzó a Hangeng quién le dio un leve saludo y siguió su camino. Imaginó que estaba yendo a los tribunales. Él en unos meses estaría defendiendo a su cliente. 

Entró al edificio y se dirigió a su oficina. 

—Buenos días abogado —Victoria saludó. 

—Buenos días Vic, ¿cómo va todo? 

—¿La verdad?, me voy a volver loca. Este año el señor Jang dejó la organización del aniversario a su pareja y no puede ser más exigente. 

—No puedo opinar, no tengo el placer de conocerlo —al menos no había cruzado palabras con aquel pelinegro. Si bien lo había visto merodear por la oficina, prefería evitar cosas que le quitaran tiempo. 

No tenía algo en contra de las parejas del mismo sexo, teniendo en cuenta que a sus jefes les gustaban los hombres. Lisa incluso le confesó que antes de él tuvo experiencias con mujeres y que explorar la sexualidad no tenía nada de malo. Él respetaba ese pensamiento, pero no era algo en lo que estaba interesado. 

—Mucho placer no es —ella bufó —nos vemos —se despidió y siguió su camino en dirección al área de Hangeng. 

Yesung entró a su oficina y cerró la puerta detrás de él. Rodeó su escritorio y tomó asiento, de su maletín sacó los documentos que había revisado la noche anterior. 

《YeWook》Innocence LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora