Capítulo IX

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Ryeowook creía que la vida le jugaba bromas de mal gusto, sin embargo en esta ocasión no sabía cómo tomar la pequeña coincidencia que lo miraba sorprendido y emocionado. 

Había decidido hacer algo con su tiempo libre, pronto serían las vacaciones de invierno y su hermano le había sugerido distraerse con trabajo, sólo un maniático al trabajo sugeriría algo así, sin embargo Ryeowook lo pensó. 

Cuando la rutina fue demasiado para él, le tomó la palabra a Leeteuk y comenzó a buscar trabajo. En primera, rechazó el puesto que el mayor le ofreció, pues de ninguna manera quería estar alrededor de dos enamorados o estar en constante monitoreo. Trabajar con familiares a veces traía feas consecuencias. Quería hacer algo por él mismo. 

Fue entonces cuando vio en la universidad un talonario de una cafetería que buscaba personal, ésta se encontraba cerca, por lo que le quedaba perfecto para trasladarse de la universidad al trabajo. Tomó los datos y llamó para concertar una entrevista. 

Fue admitido de inmediato y sus horarios eran accesibles a sus clases y en vacaciones tendría la jornada completa. 

Trabajar también le iba a ayudar a olvidar que Yesung se había casado. 

Porque era obvio que lo había hecho, no esperaba una invitación y no la hubo, estaba agradecido pues sería demasiado para él. Yesung tuvo consideración. Con eso, Ryeowook podría dar por cerrado sus sentimientos y seguir con su vida, al menos eso pensaba. Dejar el pasado atrás, pero al parecer no todo iba a ser tan fácil. 

Porque, de todas las personas de las que pensó que se mantendría alejado, una de ellas estaba frente a él. 

—Hola —un simple saludo tímido y a la vez con un tono de alegría. —¿Cómo has estado? 

Había pasado mes y medio desde la finalización y la sentencia dictada por el juez. Había estado con su hermano y Kangin en la última fila de asientos, después del veredicto, pidió a sus acompañantes a retirarse, lo hicieron en silencio respetando su manera de procesar todo aquello. 

Esa noche lloró en su habitación, un llanto de alivio. 

—Hola, Donghae —regresó el saludo, observó el uniforme de la cafetería, al parecer iban a ser compañeros de trabajo. 

—Cuando me dijeron que habría alguien nuevo y no sería el único, no pensé que fueras tú. 

—Lo mismo digo. 

Se hizo un silencio incómodo entre ellos, Donghae se rascó la cabeza y su sonrisa fue insegura. Ryeowook debía ser más amistoso, ya habían pasado por esto, no quería volver a lo mismo. Se rascó la ceja donde tenía el piercing y los ojos de Donghae miraron a esa dirección. 

—Espero que podamos trabajar bien juntos —Ryeowook rompió el silencio y extendió su mano. Donghae sonrió y la tomó sin dudar. —Debo presentarme ahora con el jefe. 

La campanilla anunció un nuevo cliente. 

—Y yo continuaré trabajando — respondió Donghae. Ryeowook asintió y se despidió. 

Ese fue el inicio de su trabajo en la cafetería, en realidad no estaba mal después de todo, incluso la compañía de Donghae ya no le ponía incómodo. No lo veía como una víctima relacionada con su pasado, sino como un chico que quería salir adelante. 

No podría decir que se volvieron amigos, pero platicaban cada vez que la ocasión lo permitía, ya que Donghae atendía las mesas y él fue puesto detrás de la caja. 

Era su tercera semana trabajando y no podía estar más relajado y satisfecho consigo mismo por lo útil que se sentía. Sungmin lo había acompañado después de las clases para conocer el lugar y poder visitarlo cuando pudiese, le presentó a Donghae quién no tardó en entrar en confianza, sobretodo al enterarse que era un maestro, por alguna razón Donghae se emocionaba con todo lo que se relacionaba con los estudios. 

《YeWook》Innocence LostDove le storie prendono vita. Scoprilo ora