EMPIEZA POR EL PRINCIPIO

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Jimin caminaba de la mano de la muchacha de cabellos rosas, mientras que con la otra abrazaba a su pollito. Iban por un pasillo bastante colorido, lleno dibujos hechos notablemente por niños pequeños, y de figuras de caricaturas con uniformes de doctores. Supuso que estaban en el área de pediatría ó algo similar. Cuando llegaron a una puerta blanca con flores de cerezo en ella, y una inscripción que decía: Mi nombre es Sulli, "Sul” significa “nieve”, y “Li” significa “flor de pera”, así que probablemente en mi otra vida, renaceré como una flor pequeña, pero llena de vitalidad. La omega se detuvo, abrió con una llave la puerta, y se adentraron juntos.

Lo primero que pensó Jimin, era que todo era demasiado hermoso. Toda le decoración era en tonos pasteles, había sofás perfectos para niños pequeños, y otros para niños grandes ó adolescentes. El escritorio era también blanco, y tenía muchos dibujos y pinturas, que también se notaba que los habían hechos niños; algunos pequeños, algunos ya más grandes. Tenía en un rincón muchísimos peluches y había cojines para sentarse, que se veían muy cómodos.

— ¿En dónde te quieres sentar? — preguntó la fémina con voz suave.

Jimin no lo pensó ni dos veces para responder con una sonrisa.

— Con los peluches, por favor.

— Me imaginé. — dijo con una risita — Vamos.

A Jimin le gustaba el detalle que la mujer no le hubiera soltado en ningún momento la mano. Lo cual le había ayudado a sentirse tranquilo. El olor a margaritas y girasoles de la omega también era bastante relajante.

— Usted es una psicóloga para niños, ¿cierto? — preguntó Jimin, abrazando su peluche, pero viendo con curiosidad los que estaban sentados a su al rededor.

— Correcto. — respondió feliz.

— Pero yo no soy un niño. — dijo con el ceño fruncido y un puchero el menor.

La fémina pensó que definitivamente si lo era.

— No... — accedió — Pero tampoco eres un adulto. — explicó.

Jimin abrió su boca en forma de "o", sorprendido.

— Cierto... — admitió — Me gusta su vestido. El celeste pastel hace un contraste muy bonito con su cabello. — dijo luego de un rato.

— Gracias. — sonrió — A mí me gusta tu cabello, y tu pollito.

— Gracias. — murmuró avergonzado — El pollito me lo dió papá. — explicó con una sonrisa.

— ¿Y por qué te lo regaló? ¿Sacaste buenas notas? — preguntó interesada.

— Nop. Bueno, si. Si saco buenas notas. — rió — Pero me lo dió porque fue mi cumpleaños.

Jimin se preguntaba porqué la muchacha estaba sentada de forma tan relajada, también con un peluche entre sus brazos, y no anotaba todo lo que decía como los psicólogos que había visto en la televisión... Aunque definitivamente prefería esa versión de psicólogo, que la de la tele.

— Oh~ ¡Eso suena lindo! — aplaudió — ¿Te llevas bien con tus papis?

El omega rubio asintió con su cabeza.

— Mi papá es nuevo. — volvió a repetir lo que le había dicho al doctor — Pero es muy bueno... Y mamá ahora que es muy feliz, también es muy buena. — susurró.

— ¿Eso quiere decir que antes no lo era? — preguntó intrigada.

Jimin lo pensó un momento antes de contestar.

STEPSIBLINGS; HermanastrosWhere stories live. Discover now