Prólogo

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—COMIENZO—

Otras canciones que pueden escuchar mientras leen:

•Llorar - Jesse y Joy ft. Mario Domm
•Dejaría todo - Chayanne
•Tú falta de querer - Mon Laferte

***

Thomas sentía que en cualquier momento se podría desmayar.

Miró el papel en sus manos, aquel examen de cálculo en dónde se podía apreciar una de las peores calificaciones de todo el aula.

Se quedó totalmente perplejo.

¿Y ahora qué? Estaba totalmente seguro de que sí sus padres se enteraban de esto, lo iban a matar, literalmente.

Era su segundo año en la universidad, y realmente no estaba seguro de cómo había llegado tan lejos. Bueno, tal vez tenía que ver con todos aquellos favores especiales a sus maestros y compañeros de buenas calificaciones; al igual que la buena posición de sus padres y sus respectivos contactos. Pero este último concepto estaba completamente fuera de su alcance en estos momentos, ya que cuando se presentó ante el mundo como un Omega, sus padres lo dejaron en el olvido, dejando en claro la vergüenza de que su único hijo fuera un hombre Omega.

Una completa humillación.

Y gracias a la calificación del examen frente a él y de otros exámenes escondidos en el escritorio de su habitación; podría perder el año. Perder el año significaría que sus padres lo correrían de su casa y se quedaría en las calles; y debido a la inseguridad para los Omegas, terminaría muerto máximo en dos días.

Algo se le debía ocurrir para salvar su vida.

Y como si la solución le cayera del mismísimo cielo, Louis Tomlinson entró en ese preciso momento al salón de clases.

Aquel era un Alfa, y vaya que Thomas se sorprendió cuando se enteró de ésto, ya que no encajaba para nada con los estereotipos que tenían sobre los Alfas; era de baja estatura, cuerpo pequeño y con """curvas""".

Louis era guapo, Thomas no lo podía negar, y lo que más le llamó la atención al Omega fueron esos preciosos ojos azules, al igual que su aroma de tierra mojada y pino. Un olor bastante común, a decir verdad, pero que en Louis era un completo manjar.

Y a pesar de todo eso, sinceramente, no era su tipo.

Pero era el mejor de la clase, teniendo uno de los mejores promedios en toda la universidad; y si alguien podía ayudarlo a mejorar sus calificaciones era precisamente él. Y debía aprovechar que aquel Alfa estaba perdidamente enamorado de él.

Y lo comprobaban todas aquellas veces que Tomlinson lo había invitado a una cita y a pesar de que Thomas se negaba una y otra vez, el ojiazul seguía insistiendo con una brillante sonrisa y una que otra vez un ramo en mano.

Así que, sin dudarlo, tomó su mochila, su examen y se encamino a la silla de al lado en dónde se encontraba el Alfa. Tomó asiento y le dedicó una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola, Lou —saludó con un tono risueño, expulsando sus feromonas por toda el aula. —¿Cómo estás?

El Alfa de Louis dio un brinco de alegría cuando el Omega de sus sueños se sentó a su lado y le dedicó aquel apodo tan lindo acompañado de aquella brillante sonrisa. Al igual que cuando el exquisito aroma a lavanda entró a sus fosas nasales y que ciertamente lo inhaló con un suspiro enamorado.

si me tenías »l.sМесто, где живут истории. Откройте их для себя