CAPITULO IX

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Orión

Estaba en mi habitación escuchando sin verdadero interés la cosa rectangular que tenía enfrente, "televisor" así lo había llamado Breeze. Con el Sr Orejas ya hacia media hora que habíamos vuelto del parque en donde habíamos recogido esas hermosas flores que ahora mismo estaba dibujando ya que los muñecos danzarines y felices del programa me habían aburrido, eran demasiado chillones y bobos para mí gusto... pero a la vez no sé cómo apagar esa cosa así que simplemente me concentre en mi dibujo. En eso estaba cuando esos mismos muñecos empezaron a cantar una de sus canciones ¡y era de mis preferidas! Al ritmo de su música empecé a colorear mientras entonaba mi mejor versión de la letra – "A is for Ant a a a a Ant; B is for Bear b b b Bear; C is for Cat c c c Cat; D is for Dog d d d Dog..." –empecé a mover mi cabeza al compás de aquella pegadiza melodía, Mire a la tele, el peluche amarillo se estaba preparando así que lo imite – "E is for Elephant e e e Elephant; F is for Frog f f f Frog; G is for Gorilla g g g Gorilla; H is for Hippo h h h Hippo" –me pare agarrando al Sr Orejas y dance en círculos con la siguiente estrofa – "I is for Iguana i i i Iguana; J is for Jaguar j j j Jaguar; K is for Kangoo k k k Kangoo; L is for Lion l l l Lion." – en eso entra Breeze a la habitación sin mucho cuidado y yo la miro con curiosidad, ella siempre toca la puerta. – No tocaste– le reproche – eso no es educado – dije con un falso berrinche – lo lamento pequeña pero me tengo que ir, surgió algo importante – se acercó y se acuclilló a mi altura – mira peque paso algo que necesita mi atención por un tiempo, quiero que te quedes en tu habitación, no salgas. ¿Bien? Si necesitas algo o si tienes hambre y no hay nada de tu agrado en la mesa usa el teléfono como te enseñe y Midnight vendrá de inmediato – se para e iba a agarrar su bolso pero la detuve – pe-pero Beeze – dije sin poder aun pronunciar bien su nombre – te hice un dibujo – corrí a la mesa para tómalo pero ella ya se estaba yendo – perdón cachorra pero en serio debo irme. Te prometo que regresare más rápido de lo que piensas mi niña – no me dio tiempo a más y cerró la puerta mientras contestaba un llamado en su radio.

 Mire el dibujo triste, ni lo miro, me senté en el suelo junto al Sr Orejas, encima la canción ya había terminado. Supongo que tendré que esperar... un momento, Breeze dijo que Midnight estaba por si necesitaba algo ¿Verdad? ¡Le puedo mostrar mi dibujo a ella! Con mi ánimo recuperado tome la hoja de papel y al Sr Orejas del suelo y volví a sentarme en la mesa, recogí mis crayolas y seguí coloreando con sumo cuidado las rosas y el cielo azul, cuando iba a pintar los arboles me di cuenta que mi crayón verde oscuro no estaba, empecé a búscalo pero no aparecía. No estaba en la mesa. No estaba en el suelo alrededor de la mesa. Tampoco en la cama. – pero si yo lo había usado antes – dije en voz alta. ¿Dónde se habrá metido? Me tire al suelo para ver debajo de los muebles, tal vez había rodado. – ¡Sí! – exclame contenta, estaba debajo del armario. Gateé hasta el lugar y estire mi mano, no lo alcanzaba. Me estire aún más sujetándome del mueble, nada, apenas si lo roce. Saque mi mano frustrada. No me iba a rendir tan fácil. Concentrando toda mi fuerza intente mover el mueble, este se empezó a balancear un poco hasta que me cedió algunos centímetros que aproveche de inmediato, volví a acostarme y estire mi mano todo lo que pude hacia el bendito crayón, por fin pude sentí como mi mano se cerraba a su alrededor y con felicidad fui a sacar la mano de ahí.

 Al regresar mi mano pude sentir un pinchazo de dolor y al sacarla vi que tenía una gran astilla en el dorso de mi palma. – Auch...– dije mirándola – Cuando llame a Midnight le diré que me la saque – me levante y camine a donde estaba dibujando para terminar con los árboles. Estuve pintando por un tiempo pero estaba tan incómoda que los trazos no me salían bien y estaba arruinando el dibujo. Mi mano me dolía y siempre tocaba la astilla con el papel. Mire a la puerta, Breeze no volvía. Mire mi mano y después al teléfono. Me levante y lo tome, recordaba bien como Breeze me había enseñado que debía hacer para comunicarme con los demás cuando necesitara algo. Marque los botones indicados y espere, el aparato hacia sonidos pero no escuchaba ninguna voz del otro lado ¿Lo hice mal? Lo volví a intentar 2 veces más pero nada. Una idea se cruzó por mi cabeza ¿Y si salgo a buscarla? Breeze dio que no podía pero de verdad dolía. Seguro no se enojara si se lo explico. Me dirigí a la puerta y con cuidado la abrí, mire afuera pero no había nadie que me ayude, Supongo que no tengo otra opción.

OriónWhere stories live. Discover now