—¿Un momento? —pregunta Josie, de alguna manera sonriendo y frunciendo el ceño al mismo tiempo.

Hope encuentra su mirada meciéndose en los labios de Josie, pensando en el recuerdo desquiciado de cómo sabían en su boca. Pero lo mantenía encerrado en su mente, dentro de una caja etiquetada como "lidiar para más tarde".

Si hay algo que Hope valora más que nada, es la honestidad. Ella misma lucha con eso, pero detesta cuando otros no son honestos con ella... Sabe que es contradictorio, incluso hipócrita. Ella lo sabe... Pero la confianza es difícil cuando has vivido toda tu vida en una familia llena de secretos, historias turbias, moralidad tambaleante y enemigos. Cuando has perdido a la gente que debía guiarte, es una lucha para dejar entrar a los demás.

En ese momento que compartió con Josie, se sintió tan despojada, tan cruda, que no podía ser otra cosa que completamente honesta, y por eso, ella lo atesora.

—Sí, ya sabes… —Ella decide aceptar la vergüenza. Hay algo en la forma en que Josie la mira que la hace querer ser honesta—. Uno de esos momentos en los que piensas: ah, entonces de ésto se trata estar vivo.

Los ojos de Josie se iluminan y su sonrisa se engrandece cuando se acerca a Hope.

—¿Te hice sentir así? —Su voz se ruboriza con suavidad—. ¿En serio?

Alcanza de nuevo las manos de Hope y ésta vez Hope deja que las tome.

—Bueno, sí. —Ella murmura—. ¿Tú… tú no te sentiste así?

Josie asiente con la cabeza. Se quedan atrapadas en los ojos de la otra por un momento demasiado largo y Hope se aclara la garganta.

—¿Y entonces... querías besar mi tristeza? —Ella se burla, su voz baja.

Ahora es el turno de Josie de sonrojarse.

—Sí, supongo. —Ella mira rápidamente hacia abajo a donde sus manos están unidas, antes de que se encuentre con los ojos de Hope de nuevo—. ¿Funcionó?

Hope piensa.

—Ciertamente me hizo sentir mucho más que tristeza.

No lo quiso decir de la manera en que salió, pero por la expresión de sorpresa de Josie y sus mejillas rojas brillantes, ciertamente lo ha interpretado de esa manera.

—Oh... uh… —Josie tartamudea, mirando hacia otro lado nerviosamente. Hope se congela. Hizo que sonara como si se hubiera tocado a sí misma después de que Josie se fuera, lo cual no es cierto, ella nunca hace esas cosas...

Ella se tambalea cuando los ojos de Josie se fijan en los suyos otra vez, mucho más oscuros que antes. La otra chica se muerde el labio.

—¿Cómo qué tipo de cosas exactamente? —La aspereza de su voz hace que el estómago de Hope salte de una forma que es nueva para ella.

—¿Hola? —Un golpe en la puerta del baño hace que las dos chicas se separen como si se hubieran electrocutado—. Éstas dos siempre se esconden juntas en los baños. —Hope oye a Lizzie quejarse a quienquiera que sea su compañero—. Es totalmente extraño. —Ella golpea de nuevo—. Hay otras personas que tienen vejigas, ¿sabes?

Josie se da la vuelta rápidamente y le abre la puerta a una Lizzie de aspecto muy descontenta. MG está tímidamente a su lado.

—¡Hola, Lizzie! ¡MG! —Josie dice enérgicamente, su voz es ligera y aireada de nuevo—. ¿Está la cena casi lista?

—No, a menos que quieras comer pavo a medio cocer. —Lizzie mira a Josie sospechosamente, sus ojos se estrechan cuando ve a Hope—. Hope. Te ves bien y acechante allá atrás. —Hope pone los ojos en blanco, se endereza y pasa por delante de todos ellos para volver al área común.

El Arte De PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora