— Ni de coña colega —contestó JJ por él— Hay que sacarte de la isla.

— El ferri —indiqué, metiéndome en la conversación— Es la única salida.

— Eso, desaparece aún que estás a tiempo, antes de que cierren la isla del todo —intervino Pope, reclinándose ligeramente en su asiento para mirar a John B con preocupación.

— ¡Chicos, agachaos! —exclamó Kie, volviendo a escucharse el ruido de los coches de policía muy cerca de nosotros. Como si de un acto reflejo se tratase, todos nos escondimos, inclinándonos hacia el suelo del vehículo. Pasaron unos minutos y, cuando ya creímos que estaban lo suficientemente lejos, volvimos a nuestras posiciones iniciales.

— Sarah no es una Pogue, John B —JJ fue el primero en hablar, intentando no sonar demasiado directo, pero es que era la verdad, y tenía que entender que esto iba más allá de ellos o de nosotros: una mala jugada, y podría terminar en la cárcel.

— Definitivamente no puedes quedarte aquí —susurré, pero JB no contestó. Acaricié levemente su brazo, con una mueca de lástima plasmada en mi rostro, haciéndole saber que siempre podría contar con todos nosotros.

Ninguno queríamos perderlo, pero parecía la única opción de no verlo entre rejas.








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— Bueno, vale —comenzó a exclamar Pope mientras se acercaba de nuevo al coche. Dado que la opción del ferri era la única idea viable que se nos había ocurrido, decidimos ponerla en marcha. Una vez allí, Pope fue el elegido para acercarse al tablón de anuncios y revisar los horarios de salida del ferri pero, por su tono de voz, la cosa pintaba mal— En fin, todo fenomenal.

— Pope, actúa normal —pidió Kiara.

John B y yo nos miramos sin entender a qué venía el extraño comportamiento de Pope. Normalmente es el más racional e inteligente de nosotros, pero ha estado haciendo cosas muy raras en las últimas horas. No raras en plan Pope, si no raras de que algo no estaba bien con él. Bueno, tampoco era nadie para juzgarlo, ¿no?

— Pues vale, a ver, malas noticias —comenzó a decir, volviendo a entrar en el coche, en el asiento del conductor— El ferri está cortado y, para colmo, hay esto por todas partes —le extendió un trozo de papel a Kiara y ella, al leer lo que ponía, abrió los ojos como platos.

— ¿Qué? ¿Qué es? —preguntó John B. Kie nos miró a JJ y a mí, pasándome el papel en cuestión. Se podía ver una foto de nuestro amigo con la frase ''Se busca'' debajo, acompañada de una buena suma de dinero. Estábamos bien jodidos— ¿Qué es eso? —volvió a insistir.

— Eeeeh, oye John B —lo llamó JJ, pasándole su cartel de ''Se busca''— Sales súper favorecido, la verdad.

— Genial, ahora tenemos a toda la isla buscando a JB —exclamé sarcásticamente. Lo siento, es imposible no ponerme sarcástica cuando estoy nerviosa.

— Eso es un pastizal —se asombró Kie, echándole un rápido vistazo al pecoso, que seguía sin apartar la mirada del cartel.

— Enhorabuena John B, eres famoso —le metí un codazo a JJ en las costillas para que cerrara la boca. No era momento para bromas.

— Deberíamos ir a nuestro barco —sugirió Kie— Es pequeño, sin luces de fondeo...

— Está en el Chateau —la cortó John.

— Y me pregunto si la policía lo estará vigilando. Voy a pensar —JJ se llevó la mano a la barbilla mientras pensaba en sabe dios qué— ¡Oh sí! Seguro que ya lo han acordonado.

pogues [jj.m.]Where stories live. Discover now