Capítulo III

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Si pueden escuchar la canción mientras leen, seria genial, sé que no es el vals de ensueño pero esa canción es preciosa 😉

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—Me permite esta pieza de baile —dijo Terry haciendo una reverencia al tiempo que extendía uno de sus brazos

Candy sonrió y le dedicó una leve reverencia, aceptó su brazo y comenzaron a girar al compás del mismo vals que bailaron en el festival de mayo. De manera automática, la joven rubia cerró sus ojos cuando los recuerdos invadieron una vez mas su mente, sobre todo el recuerdo de aquel su primer y único beso. Abrió los ojos al sentir que Terry se detenía de la misma manera como lo hizo aquella tarde. Su mirada estaba fija en la de ella. Candy pudo ver en sus pupílas el mismo anhelo que ella tenía en ese momento. No se resistió, sino todo lo contrario, ahora fue ella quien toma la delantera. Con sus brazos, rodeó su cuello en tanto él rodeaba su diminuta cintura y la atrajo a él.

La sensación de sentir sus labios sobre los de ella era maravillosa. No se trataba de un beso robado, se trataba de un beso anhelado. Candy se alegró saber que no era la única que lo  deseaba.

<<¡Dios! Si esto es el paraiso en la tierra, quiero vivir eternamente en él>>. —pensaba Terry mientras disfrutaba de aquel contacto —Había  alucinado tantas veces ese momento y finalmente después de tantos años se había vuelto una realidad.

El joven castaño sintió que moriría allí mismo cuando sintió los brazos de Candy rodeándole el cuello con sus delicados y suaves brazos, y cuando sus labios se unieron finalmente después de tantos años, le pareció tocar el cielo con las manos.

Miles de recuerdos llegaron a su mente en ese instante. Recuerdos de las vacaciones de verano en Escocia, recuerdos suyos cerrando los ojos imaginando que ella era la chica protagonista de todos las obras en donde había actuado hasta ese día, de la misma forma como lo soñó cuando reconoció frente a ella su afición por la actuación . Incluso, esa misma mañana le habis pasado algo similar, justo cuando se encontraba sumergido en la lectura del guion que le tocaría representar en la proxima puesta en escena, la cual se llevaria a cabo en Londres en las próximas semanas.

—Candy —dijo Terry en un hilo de voz pegando su frente a la de ella en cuanto sus labios se separaron. —No tienes idea lo que esto significa para mi —acarició sus cabellos —hace un año tuve el deseo de tomar un tren con destino a Chicago, pero me contuve pensando en, ¿ quien era yo para presentarme frente a ti y perturbar tu vida después de tantos años y pretender siquiera que estuvieras libre para mi?. Después, seis meses mas pasaron y una vez mas tuve el impulso de buscarte, y decidí entonces que lo haría a traves de correspondencia. Me senté frente a mi escritorio y comencé a escribir. Envíe la corta misivisa que habia escrito, en la cual había plasmado mis sentimientos.

—Yo nunca la recibí.

—Lo sé.

—¿A que dirección la enviaste?

—A la unica que tenia, tu departamento de los Magnolia

—Me mudé a la mansión Ardley unos meses después, tras descubrir que Albert era el bisabuelo William, años mas tarde, con la desaprobación de la Tia Elroy, me mudé al hogar de Pony para ayudar en la clinica y permanecí allá hasta hace unas semanas

—Cuando recibí la misiva de regreso, comprendí que todo estaba perdido y que no quedaba nada por hacer, decidí entonces por muy doloroso que aquello me resultara, la llevaría conmigo a todos lados para que donde quiera que fuera, me recordara lo cobarde que fui al no buscarte antes —se apartó un poco para mirarla a los ojos —Candy, en mi nada ha cambiado —dijo con los ojos cargados del infinito amor que inundaba su corazón.

Acuerdo Pre-NupcialWhere stories live. Discover now