✿ Miradas escondidas † Gustacio ❀

26

Se encontraba recostado en el pecho del mayor aún sumido en las lágrimas de dolor, aún que hayan pasado ya varios días desde la muerte de Ivanov, siempre tendrá en cuenta que el fue el culpable de su partida, Volkov al igual que Conway se sentían culpables, y aún que pasaban juntos la mayoría de tiempo no se dirigían la palabra, ni mucho menos la mirada

Llegada la noche ambos se sentaron uno frente al otro empezando a digerir sus alimentos, en aquella casa solo se podía escuchar ambas respiraciones, sus miradas indiferentes no pasaban de largo y unos suspiros que salían de la boca del pelinegro no hacían efecto en Volkov, se había vuelto mas frío, retenia sus sentimientos diariamente y respondía de manera seca, cortante, su mirada perdida alarmaba a cualquiera y solo podía desahogarse con alguien, ese alguien ya estaba recuperándose de la reciente pérdida...

⎯  Horacio? ⎯  lo nombró tranquilamente sabiendo que el pelinegro no se encontraba en casa ⎯  Como... como te encuentras? ⎯

⎯  Muy bien, Volkov ⎯  respondió enseguida cerrando la puerta de su habitación mientras dejaba entrar a su mascota ⎯  Pasa algo? Sabes que aquí... ⎯

⎯  No, no... ⎯  interrumpió al peliazul dejando salir un suspiro para recostarse en su cama ⎯  Es solo que, últimamente te escucho más feliz... ⎯

⎯  Claro, que no te eh contando ⎯  dijo animadamente dejando la llamada a un lado para ir tras su canina

⎯  Horacio? ⎯  del otro lado de la llamada se escucho un ladrido y unas cuantas risas del nombrado ⎯  Oh, comprendo, tienes una mascota... ⎯

⎯  Si, su nombre es Perla, me la dio Gustabo ⎯

⎯  Gustabo eh... ⎯  respondió a los minutos con algo de tristeza en su tono

⎯  Si eh... no te quiero incomodar, así que, como es... ⎯

⎯  No te preocupes, Horacio... me tengo que ir, Adiós ⎯

⎯  Pero... ⎯

⎯  Nos vemos ⎯ 

Al cortar la llamada lo último escuchado fue una puerta abrirse, Volkov dejo caer su celular al suelo y recorrió la habitación con la mirada encontrandose con una bella felina que se paseaba por la alfombra del suelo, era lo único que en su momentos de tristeza le hacia esbozar una sonrisa y una parte de el se llenaba de tranquilidad, escucho la puerta principal de su hogar cerrarse de un portazo y unos pasos acelerados acercarse a su habitación, se levantó confundido dejando sus pensamientos en el aire y abrio finalmente su puerta dejando ver a un pelinegro sonrojado

⎯  Que haces aquí Conway? ⎯

⎯  Que coño te importa a ti gilipollas ⎯  respondió nervioso evitando la fría mirada del ruso

⎯  Donde estabas? ⎯

⎯  Por que mierda te tendría que contestar? Son asuntos privados... ⎯

⎯  Otra vez estas con ellos? ⎯  se incorporó al notar el leve sonrojo que traia el pelinegro, se acomodó en el marco de la puerta y llevo su mano al hombro del mayor notando lo tenso que estaba ⎯  Responde ⎯

⎯  No me toques ⎯  quito la mano del ruso bruscamente cruzandose de brazos ⎯  Me pasarás tus putos gustos de otaku... y no, no estaba con ellos ⎯

⎯  Tu rostro esta rojo, que a pasado? ⎯

⎯  Por que de repente me haces tantas preguntas de mierda? No estabas en tu etapa emo? ⎯  pregunto haciendo énfasis en la última palabra⎯  Saldré en la madrugada, no me esperes despierto ⎯

⎯  A donde irás? ⎯

⎯  No te interesa ⎯  decía dándole la espalda dirigiéndose a la sala ⎯  No eres mi puta madre, no debes saber cada paso que doy ⎯

⎯  Aún así, me preocupas, actuas extraño, te vas por las noches, vuelves siempre con ese puto sonrojo en tu cara, crees que no lo eh notado? ⎯

⎯  Me vale una polla, vete a la mierda y no te metas en mis malditos asuntos ⎯

El menor suspiro pesado observando como el mayor se acomodaba en el sillón sacando directamente su celular para teclear algunas letras, enarco una ceja y con curiosidad se acercó por detrás detallando cada mensaje que recibía el mayor

⎯  Volkov ⎯  dejo su celular a un lado boca abajo girando su cuerpo para quedar cara a cara con el nombrado ⎯  Que cojones pasa contigo? Pareces un puto celoso ⎯

⎯  Con quien coño hablabas? ⎯  frunció el ceño ignorando la pregunta del pelinegro⎯  Responde Joder ⎯

⎯  Desde que murió Ivanov te haz vuelto mas insoportable ⎯  llevo ambos dedos índices al puente de su nariz intentando controlarse con sus palabras ⎯ Me voy a dormir, buenas noches ⎯

⎯ Por que lo haces?! ⎯ agarro el brazo del pelinegro deteniendo su caminar ⎯ Sabes que ellos lo mataron y aun asi... por que?! ⎯

⎯ Joder! ⎯ se soltó del agarre bruscamente y volteo sujetando el cuello de la camisa del ruso sintiendo ambas respiraciones agitadas mezclarse ⎯ Sabes que?! tuve suficiente! Cada puto día aguantando tus putos lloriqueos de mierda! El murió y debes aceptarlo! ⎯

El ruso no tardo en responder con una bofetada que dejó por unos minutos al pelinegro estático, algo incrédulo y arrepentido pero no lo suficiente, se abalanzó hacia el ojiazul iniciando una pelea, una que no se permitiría perder, ambos eran orgullosos y no se iban a rendir fácilmente

⎯  ¡La madre que te parió! ¡Eres un hijo de puta! ⎯  decía intentando zafarse del agarre del pelinegro pues tenía ambas manos sujetadas a la altura de la cabeza impidiendo que golpee al pelinegro encima suyo ⎯  ¡Sueltame de una puta vez! ⎯

⎯  ¡Cállate la boca! ¡Sólo Cierra la por un segundo! ¡¿quieres?!⎯  sentia como la fuerza del ruso disminuia y de sus ojos salían lagrimas ⎯  seras Gilipollas... ⎯ 

Al sentir como el pelinegro soltaba el agarre de sus muñecas no tardo en terminar su actuación y zafarse completamente escupiendo en el rostro del mayor, liberandose así de el

Al principio creyó que no iba a funcionar pero al ver como caía en su trampa pudo "escapar" por así decirlo, mientras el pelinegro lanzaba maldiciones al aire, el ojiazul no desperdició ni un minuto y salió de la casa dirigiéndose a la del peliazul, y aún que no le agradase la idea, pues estaba al tanto de que allí se encontraba el rubio, no podia ir a otro lugar, no tenía a nadie más quien le diera calor, cariño o siquiera atencion, estar con Horacio no era lo mismo que estar con Conway pues estos eran muy opuestos... demasiado...
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Un poquito de Volkway:p