✿ Miradas escondidas † Gustacio ❀

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— Te lo devuelvo —

— Hasta ahora me lo das eh?, gilipollas —

— Pues me eh olvidado regresártelo, solo cógelo —

Volkov extendió su mano regresándole el celular a Conway, este se lo arrebato mientras lo miraba fulminante

 — Al parecer Horacio no vendrá a clases hoy día — Se acercó el gallego

— Ni Gustabo — continuó Conway

— Que coincidencia — hablo Ivanov desde su lugar — Apuesto a que estáran... —

— De ninguna manera! — interrumpió el gallego — El no haría semejante cosa — Se negó cruzandose de brazos — o si?... —

Gustabo se encontraba sentado en una de las bancas del patio mirando hacia la nada recordando al pelirrojo y como era llevado de la mano por parte del contrario, habia tenido problemas con el hace tiempo sobre unos asuntos pendientes, en el que había necesitado a su grupo
Subió la mirada al cielo rogando en no encontrarse con ningún profesor que lo mandará devuelta a su salón, camino por los pasillos pasando por las diferentes aulas en donde varios estudiantes estaban recibiendo clases, por alguna razón el no quería asistir ese día...

— Mmh... ¡Ah~! — gimio el pelirrojo — C-claudio... —

El contrario le besaba el cuello mientras dejaba marcas en el mismo, se encontraban en la parte de atras de la escuela así que estaban solos, sin que nadie los pueda ver

Como sucedió esto? Pues vamos a ver...

— Lo prometo — dijo el pelirrojo tocando la mejilla del rubio

Claudio sin previo aviso lo agarro de la mano separandolos al instante, Horacio se sonrojo al sentir la cálida mano del contrario siendo entrelazada con la suya, se dirigieron fuera de las instalaciones dirigiéndose a la parte trasera de esta para hablar mejor, al llegar Horacio solto el agarre de manos y se apoyó en una pared cercana mientras miraba fijamente a Claudio esperando a que hablara, el contrario se puso delante de el cruzado de brazos, suspiro antes de empezar y dirigio su mirada al de cresta

— Quisiera hablar sobre lo del otro día —

Horacio fruncio el ceño dando a entender que no sabía a lo que se refería haciendo que el contrario lo notase

— Cuando te encontré, quiero saber la razón del por que tus lagrimas corrían sin barrera alguna por tu rostro —

— Oh... — Hizo una ligera expresión de sorpresa para después desviar la mirada — No era nada... —

— Seguro? —

— S-si — dijo algo nervioso

— Sabes que puedes confiar en mi, soy tu amigo —

— ...

— Vale, Horacio — cambio su expresión a una seria — Te digo algo? —

Claudio se acerco poco a poco a Horacio acorralandolo contra la pared con sus brazos extendidos sin permitirle salir, estos se miraron fijamente mientras el pelirrojo intentaba desviar la mirada cosa que no lograba gracias a los nervios, sentia como sus respiraciones se mezclaban, el solo lograba escuchar como su corazón latía tan rápido que en cualquier momento sentia que iba a colapsar