✿ Miradas escondidas † Gustacio ❀

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— Pero corre que te mata el hijo de perra! — gritaba el pelinegro

— Este bicho con patas no corre más cabron! —

— Escóndete en una alcantarilla —

— Eso solo lo pueden hacer los asesinos Volkov — dijo con obviedad el rubio

— Eres un tripulante de mierda! — dijo al notar que habían matado al personaje que controlaba Gustabo — Ahora me toca a mi —

— No me tocaba a mi?! —

— No, vete a tomar por culo —

El ojiazul chasqueo la lengua y se dirigió al trío que se encontraba sentado en la sala formando un pequeño círculo

— Que hacéis? —

— Mira Volkov! — hablo el pelirrojo señalando su rostro — Notas algo diferente en mi? —

— No —

— Joder —

El ojiverde se acerco al ruso hasta estar en frente de el, cerro sus ojos y con una sonrisa volvió a señalar su rostro, el ojiazul se ruborizo y empezó a examinarlo con la mirada, tenía las mejillas levemente sonrojadas, de un tono rosa bajito, sus pestañas estaban un poco mas largas y negras y sus labios estaban húmedos y brillosos

— Pareces un payaso — fue lo único que salió de la boca del ruso

— No te gusta? —

— Podría estar mejor —

Horacio rodó los ojos y se recostó en las piernas de Ivanov, cerro sus ojos y Segismundo se acerco con un pañuelo el cual estaba con un poco de alcohol, mientras el gallego le limpiaba el rostro al ojiverde, Volkov los miraba de brazos cruzados esperando a que terminasen lo que sea que estaban haciendo

— Volkov, quieres venir aquí? — dijo Ivanov dando palmadas al suelo — Te vendría bien un cambio —

— No gracias —

— Te vas a divertir, te lo aseguro — hablo Horacio

— Dije que no!, subnormales de mierda... — dijo lo ultimo entre dientes

— Buuu — abucheo el gallego — aburrido —

— Que más podemos hacer? Siento que no le estamos dando la despedida correcta a Segis —

— Con tal de que estéis aquí para mi es suficiente Horacio —

— Si tu lo dices... — respondió el ojiverde tallándose un ojo

— Ya tiene sueño el bebé? — hablo el pelinegro que se había acercado a ellos — Anda, tu cuna esta por allí — señaló un lugar cualquiera

Horacio dejo soltar una risa de niño pequeño mientras bostezaba, noto que el era el único adormilado, al parecer los demás aun tenían energía para gastar 

— Llevarlo a su cuna, Anda, y seguido le cambias el pañal — bromeó el pelinegro

— Yo no tengo sueño — el ojiverde se levantó bruscamente de las piernas de Ivanov — Seguro es tu imaginación de gilipollas —

— Horacio es mejor que vayas... —

— Por que me tratáis como a un niño?— dijo ofendido interrumpiendo al gallego

— Por que lo eres — respondió el rubio quien ya se había separado del ordenador — Que tal si le vamos a romper las ventanas a la casa de al lado —