El banquete que se da por Halloween en Hogwarts es inigualable, a todos los chicos les encanta.
Mil murciélagos aleteaban desde las paredes y el techo, nubes negras y velas de calabaza.
-Sí, sí, habla más rápido Dumby, ya quiero comer. -Hablo Grace.
Sus amigos rieron y al parecer Dumbledore escucho pues no tuvo que esperar más para que llegara el banquete a su mesa.
-Chicos esto está delicioso...
Estaban a punto de servirse algo del banquete cuando un agitado Profesor Quirrell llegó hacia el gran comedor.
-Un trol... en las mazmorras... He pensado que debía saberlo. Y después de decir eso, se desplomó en el suelo.
Mina y Cedric compartieron miradas, Mariana tenía la respiración agitada y parecía que sus ojos estaban a punto de estallar de lo exaltados que estaba... y gritó. Ella no estaba acostumbrada a esas cosas, eran demasiado nuevas para ella y eso le asustaba, de hecho le insistió a McGonagall en que ella no debía tomar clases de vuelo, pero la profesora se mantuvo firme diciendo que era algo sin duda necesario de saber en el mundo mágico.
-Tranquila estaremos bien... -Le susurró Grace al oído a Mariana para que se calmara, pero solo logró que se tensara aun más.
Dumbledore explotó varios petardos púrpuras, para que se hiciera silencio.
-¡Prefectos! -exclamó-, conduzcan a sus grupos a los dormitorios de inmediato.
Y Mina lo volvió a ver, caminado con su postura firme y ruda, Percy.
-¡Mina, camina, ahora! -Gritó Cedric, sacando de su trance a la castaña.
Caminaban agitados entre el tumulto de los Hufflepuff, pero a la castaña le llamó la atención una cabellera castaña y otra pelirroja que caminaban del lado contrario.
-¿Mina, que haces? Es por acá.
-Acompañame.
El castaño suspiró pero antes de que pudiera decir algo, Mina lo tomó de la muñeca, haciéndolo caminar rápidamente.
Se deslizaron por un pasillo desierto y siguieron a los dos chicos hasta el cuarto de baños de las chicas.
-¿Qué hacen aquí?
-Solo... -El castaño miro al pelirrojo pidiendo ayuda.
-Nuestra 'amiga' esta en el baño, no sabe nada del trol.
-Deberíamos decirle a los adultos Mina, es peligroso. -Hablo Cedric.- Espera... eres Harry Potter.
-Y tu eres el hermanito de los gemelos.
Antes de que los menores hablaran, los cuatro escucharon pasos a sus espaldas.
-¡Percy! -Susurró Ron, empujando a Harry detrás de un gran grifo de piedra y los mayores hicieron lo mismo.
Sin embargo, al mirar no vieron a Percy, sino a Snape.
Cruzó el pasillo y desapareció de la vista.
-¿Pero que...
-¿Qué es lo que está haciendo? -Murmuró Harry-. ¿Por qué no esta en las mazmorras, con el resto de los profesores?
-No tengo la menor idea...
Lo más silenciosamente posible, se arrastraron por el otro pasillo, detrás de los pasos apagados del profesor.
-Se dirige al tercer piso. -Susurro Mina, pero Ron levantó la mano.
-¿No sienten un olor raro?
Los chicos olfatearon un aroma especial, una mezcla calcetines sucios y baño publico nadie limpia.
