I - Retrato de Walburga

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—¿Qué pasa Cedric?

—Mhh, nada, no te preocupes.

La castaña frunció el ceño, sin embargo decidió no preguntar nada al respecto.

Al finalizar el día, su padre le ordenó que empacara sus cosas y se fuera con el.

Así lo hizo ella, no sin antes despedirse de sus amigos.

—Adios Mina, ten unas buenas vacaciones. Te las mereces. — Hablo Mariana.

La castaña asintió y salió de la habitación.

Entonces llegó corriendo un chico alto con cabello castaño. Y en cuanto llego envolvió a la castaña con sus brazos.

La castaña rió.

—¡Cedric! Sabes que nuestros padres se van a ver ¿no?

Cedric asintió, sin embargo no soltó a la castaña sino hasta unos segundos después.

Finalmente se despidieron con un último abrazo y la castaña salió de Hogwarts, con dirección a la casa Stark.

—Papá, por Merlín no sabes cuánto tengo que contarte, primero ¿Recuerdas a Grace?

—Mina.

—Bueno tal vez no, pero es una chica de cabello medio rubio. Las cosas se pusieron feas cuando Mar-

—Mina.

—Mariana le dijo que... —La castaña se detuvo cuando miro la expresión de su padre.— ¿Qué pasa papá?

Su padre se quedó callado, sin responder, por unos minutos.

Entonces a la joven se le ocurrió mirar por la ventana. Y no reconoció el camino. Parecían departamentos raros y que definitivamente no eran para nada como su casa.

—¿Vamos a visitar a un amigo tuyo?

Su padre negó.

—Mina. Querida. Tu madre... Ella saqueó la casa, nos ha quitado todo. Amos y Sirius han estado ayudándome con lo que pueden.

Mina se quedó pálida.

—¿Quién es Sirius? Y ¿Desde cuándo?...

—Hace poco, después de el torneo.

Mina miro a su padre.

—¿Papá, dónde viviremos?

Intento sonar lo más calmada posible pero su voz sono como estar aterrada y furiosa.

—Grimmauld Place. La casa Black, hija.

Mina se quedó estática por unos minutos.

—¿Eres amigo de Sirius Black...?

Su padre respondió sin dudarlo. «Sí».

—¡Papá el es un fugitivo!

El mayor negó con una sonrisa tímida.

—El no lo es hija. Es padrino de Harry, por lo que también estará allí, Hermione, Fred, George y los demás.

—¿Y Cedric?

—También. Tengo varias cosas que contarte.

Así, en el camino su padre no volvió a emitir palabra alguna, al igual que la castaña.

Llegaron a la casa Black, dónde se abrió paso entre los departamentos de ladrillo, un pasillo oscuro, que los llevaba hacia una casa vieja, pero últimamente siendo cuidada.

—¡Mina! — Exclamó Molly Weasley.

La castaña se dejó abrazar por la madre pelirroja.

—Que tanto has crecido, por Merlín.

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