Fragmento 07

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— ¿Seguro de que ese lugar es de confianza? No me gustaría tomarme una foto si no es totalmente profesional

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— ¿Seguro de que ese lugar es de confianza? No me gustaría tomarme una foto si no es totalmente profesional...

— ¿Lo dices porque eres fotógrafa o porque tienes miedo de la competencia?

—Acabas de cavar tu tumba Kang, nadie se mete con un fotógrafo, y menos si es una mujer embarazada —la pelirroja me había reprochado eso todo el camino al estudio de fotografía de una vieja compañera.

La cosa es que no sabía si era por estrés o era que le molestaba pasar de ser la que toma las fotos a ser la que tiene que posar. De una u otra forma daba igual.

Los chicos nos recomendaron distraernos y eso estaba intentando.

Además, no hay nada malo en querer tener algún recuerdo de ella con su apapachable, tierno y bonito vientre de embarazo.

—Llegamos —anuncié girándome a verla mientras sonreía, su mirada casi me corta la circulación —. Soy yo, o el ambiente se puso más pesado...

—Solo cállate y ábreme la puerta del auto, por favor —suspiró.

—A la orden, madame.

Al entrar al pequeño local, notamos que aun después de la inauguración todavía faltaba mucho trabajo por hacer. Pero por algo se empieza.

Toqué la pequeña campana que anunciaba la llegada de un nuevo cliente y sonreí al ver a esa mujer de cabello castaño salir del cuarto oscuro y saludarnos animadamente.

—Daniel, Kang Daniel, ¿eres tú?

—Y tú debes ser Somi —le sonreí, JiHyo rodó los ojos.

—No puede ser, ¡leo tu columna todas las semanas en el Buffalo Reader! Es tan divertida... pero, ¿a qué has venido a mi humilde morada?

—La señorita a mi lado, quiere hacerse una sesión de fotos para el periódico.

—No, tú quieres que yo me tome fotos para el periódico —me reprochó.

—Ah, entiendo, una de esas sesiones prenatales... pues, pasen a mi estudio, adelante.

—¿Podrías ser menos pesimista Ji? —le susurré mientras caminábamos tras la chica

—Pesimista tu abuela.

—Vamos, ¿qué puedes perder? Te verás muy linda, capaz y terminas divirtiéndote —tomé su mano para darle un pequeño apretoncito.

—Bien, pero sólo porque me lo pides así, no puedo resistirme a esa cara de perrito regañado —sonrió fugazmente.

—Tú puedes tomar asiento mientras yo hago a tu chica mirar directamente al lente —sugirió Somi.

—Sí, claro.

—Vamos linda, has como si lo disfrutaras, coquetéame, ¿o no eres capaz? —animó la mujer de rasgos extranjeros.

—Ah, ¿si...? Pues te seduciré con mi ternura —respondió ella posando juguetonamente para la cámara.

Somi sonrió divertida. Reí disimuladamente.

—Que conste que sólo hago esto porque tú eres un patán Daniel —aclaró la pelirroja quitando su mirada del lente un segundo para mirarme.

—Yo no he hecho nada cariño —respondí acercándome y apretándole los mofletes.

—Tonto —insultó intentando igualar mi altura y haciendo un puchero.

Todo era tan tranquilo. La miré a los ojos intentando no perder el sentido y quedar totalmente hipnotizado, pero era inevitable. Todo en ella era especial. Hasta la forma en la que frunce el ceño y hace muecas exageradas... ella era única.

—Que linda pareja forman —escuchamos un click seguido de otro y sonreímos. No éramos exactamente una pareja, nos estábamos preparando para ser padres, y para lo que siguiera.

Después de todo, amanecerá y veremos.

𝙎𝙀𝙍 𝙋𝘼𝘿𝙍𝙀 / 𝙅𝙄𝙉𝙄𝙀𝙇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora