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Ella está en ese momento del embarazo en el que todo le molesta y se pone sensible, los libros dicen que como su compañero, debo tener paciencia y mostrarme lo más comprensivo posible.
Sus amigas se habían empeñado en hacerle una especie de Baby Shower a ella y a Momo ya que ambas están cerca de la fecha, yo no tuve problema y acepté de inmediato, pero ella se mostró indiferente y no cambió de opinión hasta último segundo.
Habían invitado a las amigas de Jeongyeon, y a la pequeña pero peligrosa de Chaeyoung, la que me invitó a comer y me dio una ensalada con laxante.
Por parte de Momo, ella invitó a su hermana que nos acompañaba por conexión web. A Sana y a Dahyun.
Yo invité a una amiga del trabajo y a su pareja, ambos me han mostrado su apoyo y pues, consideré invitarlos.
Y obviamente invité a nuestros padres, aunque la madre de Momo se negó a venir porque no soporta el hecho de que su hija vaya a ser madre y aún no se haya casado.
Fue divertido ver como JiHyo les pegaba a todos una calcomanía en la espalda con el nombre de una madre famosa y que estos la tuvieran que adivinar. La sonrisa en su rostro me decía que se estaba divirtiendo. Todo parecía ir bien.
Pero el caos llegó a la hora del postre. Cuando tuvimos un pequeño altercado con el algodón de azúcar.
—Es verde Daniel, ¡verde! Y un verde horrible —dramatizó JiHyo.
— ¿Qué importancia tiene el color Ji? Sólo es algodón de azúcar... —le dije.
—Esto es algodón de azúcar —señaló el pequeño envase con la foto del fabricante—. Eso que acabas de hacer... es antinatural.
La discusión no pasó a mayores, pero se puso de mal humor y no me habló por un buen rato.
Se veía tan linda haciendo puchero. Cuando se molestaba había siempre un encanto extra en ella. Y no es como si amara que me ignorara, pero ella era bella en todas las facetas existentes.
— ¡Hora de abrir los regalos! —gritó Momo emocionada. Haciendo que JiHyo al fin cambiara la cara.
—Los organizamos por color, en la cesta rosa si creen que será niña, y en la azul si creen que será niño. Claro, con Momo no aplica porque ya sabemos que tendrá una niña, pero se vale prepararse para el segundo bebé —intervino Nayeon haciendo que riéramos.
—Pídanle a Dios que no sean gemelos —Heechul se tocó el pecho y miró al cielo espantado.
— ¡Kim! —lo regañó Momoring pellizcándolo.
—Vamos a ver... —comenzó JiHyo ignorando todo el ruido a su alrededor —. Rosado— sujetó una de las pequeñas cajas y miró la etiqueta—. Es para ti, Momito.
Ambas intercambiaron regalos durante aquellos breves momentos, parecían dos niñas en la mañana de navidad, iban a explotar de la emoción.
Cuando llegó el turno del último regalo JiHyo me sujetó de la mano —Este quiero que lo abras tú.
— ¿Por qué debería de abrirlo yo? —le pregunté.
—Porque este es de parte de mi madre, ella se encargó de averiguar el sexo del bebé y colocarlo en esta linda cajita decorada con patitos amarillos, y cangrejos naranja...
—Por favor tengan el número de emergencias en marcación rápida —sugirió Chae burlonamente.
Suspiré nervioso y los demás me animaron a abrirlo de una vez por todas. Sujeté la cajita y quité el envoltorio con las manos temblorosas.
Destapé la caja y me encontré con un par de baberos y otro par de babybodys.
Uno de los baberos tenía en letras azules la palabra "Double", y el otro "or nothing". Y los bodys en rosa, uno decía "Yo no estaba planeado", y el otro "Yo soy la sorpresa".
— ¿Y? ¿qué es Danielito? —me preguntó ella con evidente emoción. Pero estaba estupefacto, y las palabras se me quedaron atoradas en la garganta.
—Dos.
— ¿Dos qué? —volvió a preguntar.
—Ji, son dos bebés. —la voz me tembló inesperadamente. La mandíbula de JiHyo casi toca el suelo por el impacto de la noticia.
Lo primero que se escuchó en el patio fueron las estruendosas carcajadas de Jeongyeon. Luego los aplausos divertidos le siguieron junto a los comentarios de los invitados.
— ¡Felicidades tortolos! -gritó Tzuyu.
—Hombre, campeón, si que le pusiste ganas —Heechul me palmeó la espalda con fuerza.
— ¡Donde pone el ojo pone la bala! —complementó Jeongyeon.
— ¿Y qué son Dani? —preguntó JiHyo ignorando los comentarios. Se notaba ansiosa.
—Hija, déjalo respirar, al pobre le va dar un infarto al miocardio -rió la señora Park.
